Majestuoso, esa sería
una de las pocas palabras que hacen justicia a este magnífico circuito Belga,
junto con el Legendario Nurburgring, es uno de los circuitos más populares y
respetados, las competencias en la zona de los Ardennes se remontan hasta 1896,
a principios de siglo, en 1902, algunas zonas eran cerradas para realizar
varios eventos, pero sería durante los años 20 que en el Hotel Des Bruyeres, en
varias reuniones entre el manager del
diario ”La Meuse” Jules de Thier con el presidente de la comisión de deportes
del Royal Automobile Club Belgium (RACB) Henri Langlois Van Ophem, decidieron
tomar ventaja de un triángulo que
formaban los caminos que unían Malmedy, Stavelot y Francorchamps, convirtiéndolo
en un circuito de carreras.
La zona y sus alrededores parecían ser
perfectos para tener un evento, con todo listo para Agosto de 1921, la carrera
fue abandonada por falta de competidores, eventualmente las motos tomarían
posesión del circuito entre 1922 y 24, durante este último año se organizaría
las primeras 24 Horas de Francorchamps, Springel-Becquet sería el triunfador,
tan solo un año después que Le Mans y en 1925 la primera carrera de coches
internacional, el Gran Premio de Europa fue ganada por Antonio Ascari en un
Alfa, el primer gran premio de Bélgica se disputaría en 1930, para 1939 se
construyó una nueva curva (Raidillon) con vistas a convertirlo en un circuito
más rápido, eliminando así el desvió que
se hacia la izquierda en la entrada de Eau Rouge, en lo que se llamaba
L’Ancienne Douanne, una horquilla lenta que no terminaba de convencer, desde
entonces la impresionante Eau Rouge estaría conectada a la no menos rápida y demandante Raidillon,
pasaría a ser parte del folclore, temida y respetada por los pilotos debido a
su naturaleza, los Belgas en general se refieren como Raidillon en Eau Rouge,
una pequeña cañada en frente de Raidillon da nombre a Eau Rouge, los minerales
en las aguas le dan una apariencia rojiza y de ahí deriva su nombre.
Con el paso del
tiempo, el circuito se estableció como uno de los principales atractivos de la
temporada, el trazado ofrecía un gran reto a los pilotos y la meteorología de
la zona hacia que las carreras frecuentemente tuvieran elementos de sorpresa
por los cambios climáticos que en ocasiones no afectaban al largo del circuito
de forma uniforme, la superficie era irregular en varias áreas, era angosta con
poco margen al error al mismo tiempo que era un circuito veloz donde el piloto debía
extraer lo máximo de si y de su máquina.
La vuelta
comenzaba poco después de la horquilla de La Source, los pits se encontraban
sobre el lado derecho y apenas comenzada la vuelta los pilotos se encontraban
con Eau Rouge, un cambio de rumbo hacia la izquierda al fin de la bajada y rápidamente
comenzando a subir hacia la derecha que culmina con la sección de Raidillon con
una curva hacia la izquierda en la entrada a lo que actualmente es la recta
Kemmel
Burnenville es la primera gran prueba de la bajada con una curva larga hacia la derecha para luego llegar a Malmedy, en la salida los coches entran a máxima velocidad a la recta de Masta,
el Kink Masta era un reto particular, la entrada era muy angosta y casas estaban al borde mismo de la pista en ambos lado del camino, una vez negociada esta sección
los coches seguían en bajada a máxima velocidad por la recta de Holowell antes de entrar en Stavelot, una curva que comienza en bajada pero termina con una salida en subida
los coches continuaban a máxima velocidad hacia La Carriere, la última sección del circuito poseía varias curvas rápidas como Blanchimont en dirección de La Source y comenzar la odisea nuevamente.
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