Para un equipo que desde principios de los 80 se estableció entre los mejores y que dominaría gran parte de los 90s, los últimos años eran difíciles de asimilar, si bien se puede decir que de los equipos grandes, Williams es el más pequeño o quien tiene de un presupuesto menor, sus facilidades estaban presentes solo que el camino se había convertido en una complicada sucesión de distracciones dentro y fuera de pista, en parte por insistencia en seguir un plan a pesar de que algunos asesores declaraban que era necesario cambiar pero posiblemente también porque el equipo había entrado en un círculo vicioso de una cultura que no le permitía ver que existían otras opciones .
Durante los
últimos tiempos el equipo se había diversificado en varias operaciones, algunas
eran buenas fuentes de ingresos y otras simplemente una distracción más, después
de varios encuentros, discusiones y analizar sus opciones, vino el
reconocimiento de que era hora de cambiar el rumbo, estructurar al equipo a volver
a ser el foco de atención para permitirse el volver a reclamar un lugar entre
la elite del deporte como una vez lo había hecho.
Una de las
primeras decisiones debió ser el cerrar algunos proyectos, al comienzo de la
pasada temporada se comenzaron a tomar decisiones con vistas a un futuro donde
el punto central fuera el equipo de fórmula 1, a pesar de lo joven de la
temporada, el equipo comenzó una serie de análisis de cada departamento,
llegando a la sorprendente conclusión que no estaba utilizando sus facilidades
como era debido, las comunicaciones estaban rotas entre departamentos y no
existía un lógico proceso de trabajo, Claire Williams ofreció una fresca forma
de ver al equipo en su organización, Mike O’Driscoll quien ya había sido
testigo de los buenos y malos momentos del equipo Jaguar, era otra persona
clave en la nueva organización, ambos diseñaron una estrategia basada en tres
puntos principales, la primera era el llevar a Williams F1 a su debido lugar en
la fórmula 1, segundo el organizar y desarrollar una sólida base tecnológica de
respaldo y como tercer punto, eliminar aquellos programas o asociaciones que
estaban costando dinero, distracción y le quitaban la mirada de su objetivo
principal.
La contratación
de Pat Symonds sería una pieza fundamental, prácticamente permitiéndole hacer
uso de su experiencia al máximo sin
interferencia, el dialogo entre la cúpula de Williams y Symonds sería
fundamental, una vez que el ingeniero comenzó a observar los departamentos y
como trabajaban, planteo una serie de acciones para poner al equipo técnico a funcionar
de forma apropiada en una dirección, Rob Smedley sería otra pieza primordial,
con una mentalidad similar a la de Symonds, rápidamente ambos comenzaron a
poner orden sobre el programa, Williams comenzaba su recuperación al fin.
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