A fines de 2005,
la fórmula 1 y los fabricantes estaban frente a una crisis de identidad, el
deporte se hacía cada vez más complejo, pero había una especie de des conexión con
la audiencia y se comenzaba a percibir desde varios ángulos una presión por
parte de gobiernos, auspiciantes, por cambiar un poco la imagen.
La palabra Turbo,
trae a la mente imágenes de Renault, BMW, llamas y 1000 caballos de fuerza, en una
era en que todo era exceso, la fórmula 1 creció de forma precipitada, en
profesionalismo, presupuestos y gastar sin medir, para imponerse por si quedaba
alguna duda, como la categoría a la que todos deben de mirar, pero cuando ya
los 80s llegaban a su fin, se comenzaron una serie de cambios que si bien no
intentaban controlar los gastos, trataban de tranquilizar a los fabricantes que
veían su inversión seguir escalando sin posibilidad de frenar.
Para 2006, Max
Mosley en conjunto con la Asociación de fabricantes de Grandes Premios (GPMA),
ponían sobre la mesa una agenda que en teoría llevaría a la fórmula 1 hacia una
imagen más amigable con el medio ambiente, mas “verde”, entonces aparecía por
primera vez en un largo tiempo, la palabra Turbo para un campeonato, pero la
visión era para una posible introducción en 2011, la idea central era no pensar
en enormes cantidades de potencia, sino en moldearlo todo como algo más
eficiente, esta es un área en la que siempre la Formula 1 dio avances,
especialmente en el control de emisiones.
Evidentemente,
siendo una especie de escaparate de los ricos, donde se gasta y gasta, donde la
increíble tecnología parece tener el solo propósito de quemar combustible, no
hacía falta esperar mucho, antes de que los Lobbies del medio ambiente,
comenzaran a presionar no solo a la FIA
, pero el deporte en general, los países y gobiernos responsables de la
organización de dicho club de exceso percibido como enemigo del medio ambiente,
en aquel entonces, incluso ciudades como Los Angeles y el estado de California,
ponían demandas contra fabricantes de coches por ser los causantes de los
niveles de CO2, algo irónico, porque en el mismo sitio estaban en plena
construcción de carreteras de 8 carriles.
El problema
central en todo esto, es que las agendas políticas y sociales están cada vez más
involucradas con programas que van a favor de cuidar del medio ambiente, la
fórmula 1 así como cualquier coche de carreras que utilice combustible para
girar en pista, es un blanco fácil para estas organizaciones o gente que se
movilice por motivos ambientales, Mosley reconoció la situación y decidió darle
a la fórmula 1, una oportunidad de convivir con estos lobbies, no se trata
solamente del consumo de combustible, es también las presiones sobre empresas
que se asocian con elementos en contra de esa visión “ verde”, si estas
empresas comienzan a ceder a esta presión como en la mayor parte de los casos
es, la fórmula 1 se ve afectada porque muchas de estas empresas ya no deciden
auspiciar o tener una parte muy activa, trabajando sobre estas áreas, el
deporte puede garantizar una continuidad de muchos colaboradores, auspiciantes
y también ayudar en lo político, para que muchos grandes premios se puedan
realizar, quitándoles algo de las presiones políticas.
La FIA sabiendo
que la percepción era todo en ese momento, puso otros programas en marcha,
campañas de seguridad, fundaciones para la seguridad vial, porque aun así se le
atacaba debido a no solo los coches que están en pista pero todo lo que se
quema para mantener el circo dando vueltas por el planeta, se inició un
programa de plantar árboles en México, se realizaron los cálculos y plantan la
cantidad necesaria para neutralizar el impacto de la f1 anual, poco a poco, los
ánimos se fueron calmando pero es claro que por más que la f1 realice para
mejorar su imagen, es un deporte que en esencia es incompatible con el
pensamiento “ verde”.
Todos los
deportes , sea de motor o no, tienen un impacto en el ambiente, generan que el
público se mueva , vuele de un sitio a otro, etc, pero la fórmula 1 posee una
ventaja sobre los demás, si bien una raqueta, balón de fútbol o palo de golf,
no pueden hacer nada directamente para fomentar situaciones “verdes”, la
fórmula 1 posee la tecnología, medio y capacidad, para establecer programas que
seguirán siendo nocivos, pero pueden dar muchas soluciones, ser la vitrina
ideal de tecnologías verdes y así atraer nuevamente nuevos auspiciantes o la
involucración de fabricantes que quieran explorar esa imagen, en los últimos
años hemos visto la proliferación de sistemas eléctricos, re-generativos que dan
de alguna forma esa imagen que la fórmula 1 precisa, 2014 es un nuevo capítulo
en esa fantástica carrera tecnológica que es la fórmula 1, este capítulo se
encargara de poner al frente de todos, soluciones híbridas y de gran
eficiencia, para algunos puristas no debería de ser el camino a seguir, pero en
realidad , la fórmula 1 siempre fue avanzando y rompiendo barreras con el
tiempo, creando nuevas tecnologías, el mundo ya no es lo que fuera hace 1, 5 o
10 años y la FIA , por una vez acertó de entrada, en adaptarse a los nuevos
tiempos y dar un camino que puede ser muy prolífico para los equipos.
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