En términos generales,
las competiciones siempre fueron además de
competiciones, parte lugar de pruebas, parte experimental, pero siempre con
vistas a la mejora de componentes , un lugar ideal para poder
probar, desarrollar productos en un ambiente competitivo que también ayuda a la
formación de técnicos e ingenieros.
Los lubricantes
son muchas veces el factor olvidado, como lo son las grasas,
combustibles, líquidos hidráulicos, todos tienen una conexión con las
competiciones, porque es el campo en donde pueden desarrollarse o buscar nuevas
tecnologías más fácilmente.
Cuando Mobil formo
una asociación técnica con Williams F1 en 1978, sería una de las primeras de
tal nivel de colaboración, Mobil ya venía trabajando en lubricantes sintéticos desde
mediados de los 70, lentamente comenzaba a demostrar que las bases sintéticas podían
ser de gran utilidad, daban mejor eficiencia, conseguían dar mejor protección,
en su asociación con Williams, Mobil se encargó de ofrecer una línea de aceites,
lubricantes experimentales, esta colaboración comenzó a dar resultados y su
primer triunfo llegaría en Silverstone 79, consiguiendo el título en 1980,
añadiendo otro en 1982.
Estas colaboraciones
técnicas de alguna manera siempre estuvieron presente a distintos niveles de involucración
o colaboración, Shell es un claro ejemplo, trabajaba ya de una forma bastante íntima
con Enzo Ferrari cuando este dirigía al equipo Alfa en los años treinta, luego reuniéndose
en su propia escudería en 1940 y para cuando Froilán González conseguía el
primer triunfo de Ferrari, en Silverstone 1951, Shell era su colaborador técnico
en lubricantes y combustibles, hoy día estas colaboraciones están mucho más
unidas, la colaboración es mucho más íntima y específica, los lubricantes y
combustibles hoy día son continuamente controlados, analizados, antes, durante
y después de su uso en pista, este continuo trabajo de control y análisis,
ayuda en muchos casos a detectar problemas antes de que ocurran o realizar
cambios que contribuyan a dar mejor prestación.
Cuando se trata
de la lubricación de las super rápidas cajas de cambio de la fórmula 1, las
reglas de control no son tan estrictas, esto da libertad a la exploración, un
claro ejemplo seria la introducción de lubricantes llamados “modificadores de fricción”,
estos ofrecen la protección de lubricantes de mayor viscosidad pero lo hacen,
manteniendo las propiedades de lubricantes de menor viscosidad, lo que se
traduce en conseguir la mayor protección con el menor drag posible.
Este tipo de
lubricantes, por medio de esta flexibilidad, ayudan a aumentar (aunque sea de
forma marginal) la producción de Caballos de fuerza, mientras disminuyen el
consumo, la importancia de esta colaboración no se puede desestimar en un mundo
donde los márgenes de tolerancia son mínimos y cualquier beneficio, por más
pequeño que sea, es bienvenido, llevando consigo laboratorios portátiles, capaces
de hacer análisis exhaustivos de lubricantes, grasas o combustibles, los
equipos trabajan de una manera compacta en la búsqueda de las mejores
soluciones, no solo se analizan en búsqueda de potenciales problemas, sino que también
se controla la legalidad, los cambios de estado, cada análisis es usado en
posibles nuevas mezclas, siempre en busca de dar lo que se necesita en cada
momento en un medio mecánico tan avanzado pero agresivo como son las zonas
internas de un formula 1.
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