Su carrera fue de
tan solo seis grandes eventos entre 1912 y 1914, durante ese tiempo dejo muy
claro que era uno de los más grandes, agregando otra página a su leyenda cada
vez que se subía a su Peugeot, era un personaje especial de sublime capacidad, triunfaría
en sus dos primeras competiciones, demolería el record en su primera visita a Indianápolis,
perdiendo la carrera debido a un problema con sus neumáticos, de sus seis
grandes eventos, ganaría tres, retirándose en el resto mientras lideraba, en
aquel entonces, existían realmente no más de dos o tres grandes eventos
principales anuales y el conseguir victoria en tan solo uno era casi que el
equivalente a ser campeón, se involucraba en la creación de sus máquinas,
generalmente sus coches eran de los mejores, pero incluso cuando se enfrentaba
a maquinaria superior, poseía el don de extraer mucho más de su máquina de lo
imaginable, si de algo sirven las comparaciones, en el otro Peugeot corría
Jules Goux, quien sería un múltiple ganador, considerado como otro maestro del
volante, lo cierto es que cuando ambos estaban en carrera, Goux nunca se podía
acercar al gran Boillot, quien era considerado simplemente, extraordinario.
Algunos podrán argumentar
que no existía mucha competición, la entrada de 1914 era una de grandes en toda
regla, Mercedes, Fiat, Sunbeam, Delage, Opel, Vauxhall, con un gran número de
pilotos muy capaces, Boillot era simplemente mejor que todos, comenzó como un mecánico
para Lion-Peugeot, una subsidiaria formada por un desacuerdo interno y no tardó
mucho en conseguir estar al volante, uniéndose al establecido Goux y Giouse
Guippone, su primera incursión menor seria en 1908, en el circuito de Madonie,
Sicilia, donde tuvo un accidente, pero dejo claro que era un talento a seguir,
en Caen 1909 conseguía su primer triunfo, 1910 comenzaría con victoria en Targa
Florio en una Voiturette, que estableció su reputación, las noticias decían que
los Grandes Premios retornarían en 1911 y Boillot anhelaba ese momento, comenzó
a trabajar en los coches para dicha oportunidad, los ingenieros de Peugeot por momentos contestaban que era un charlatán
con ideas raras, el ingeniero Ernest Henry vio ideas prometedoras, junto con
Zucarelli dieron forma al coche, el Gran Premio de 1911 se cancelaria pero para
1912, el charlatán, estaba a bordo de un Peugeot de 7.6 litros con doble árbol
de levas y cuatro válvulas por cilindro, en frente estaba el fuerte equipo Fiat
que tenía no solo buena maquinaria en un Fiat S74 de 14 litros y 190 bhp, pero
una plantilla de pilotos temida, el Peugeot era la mitad en tamaño con 130 bhp,
el circuito seria en Dieppe, 48 millas, que en papel daban una ventaja nada
despreciable al poder bruto del Fiat, la agilidad del Peugeot no podía ser
explotada en lo que era prácticamente un triángulo de rectas con poca variable,
sin embargo, Boillot se encargó de que la pelea fuera entre él y la super
estrella de Fiat, David Bruce-Brown.
Permanecerían
primero y segundo al final del primer día
con Bruce-Brown liderando por tan solo dos metros, después de 7 horas,
lluvia estaría presente en el segundo día y Boillot sabía que esa sería su
única posibilidad, lamentablemente la lluvia también se encargó de demorarle
nueve minutos al negarse a arrancar, con el paso del tiempo, Boillot comenzó a
recortar distancias, la mala suerte ahora toca a Fiat y Bruce-Brown tiene un
incidente donde rompe una línea de combustible, consigue reponerse pero es
descalificado, dando así su lugar a Boillot, evidentemente que se jugó la carta
de suerte a favor de Boillot, pero era imposible negar que en un coche en clara
desventaja y dando 9 minutos, llevo la pelea hasta el favorito, el público
estaba encantado.
En 1913 ganaría
el Gran Premio nuevamente, con tres vueltas del final rompe una manguera, debe
detenerse a repararla y ahora Goux le alcanzaba, está detrás a tan solo 6
segundos, para cuando cruza la línea de meta llevaba casi tres minutos de
ventaja, en esa misma temporada ganaría una carrera de voiturette, en 1914 se
presentaría en Indianápolis donde rompería el record de vuelta en un anticuado coche
de la temporada anterior, problemas en los neumáticos le dejan 15to y en una
muestra de velocidad, recupera la punta y cuando comenzaba a distanciarse
nuevamente, otro neumático le roba de la victoria, para George Boillot, aun
había una carrera más en su legendaria historia y sería una de leyenda.
1914
Un gran
entusiasmo estaba presente en el aire, cuando Mercedes anuncio su retorno al
Gran Premio de Lyons, en lo que fue visto como algo de manera muy poco
deportiva, el equipo decidió publicar una nota donde declaraba, “por razones de
publicidad, hemos decidido ganar este Gran Premio”, habían diseñado un coche de
similares prestaciones al Peugeot, pero se le consideraba un coche con lo
último en tecnología y donde el equipo no había tenido problemas de dinero,
para invertir en refinar su prodigiosa máquina, sus preparativos llevaron meses
de pruebas en circuitos, siempre refinando su coche, las primeras vueltas
dejaban claro que el Mercedes era el coche superior y más rápido, solo el
talento de Boillot le permitía permanecer en la lucha, el gran George Boillot
peleaba contra una armada de Mercedes, los coches alemanes se turnaban en
tratar de poner en apuros a Boillot, para la vuelta número 15, el increíble
Boillot estaba en la punta , aún quedaban cinco vueltas, pero su coche
comenzaba a mostrar señales de la presión a la que había sido expuesto, primero
se quedaría sin sus frenos delanteros, luego la dirección comenzó a no
responder adecuadamente, el motor comenzaba a perder potencia, los Mercedes
seguían al ataque, sin piedad, tratando de forzar a Boillot a seguir empujando más
de lo necesario, perdería el liderato con Christian Lautenschlager con dos
vueltas al final, el Peugeot perdía un cilindro, de forma cruel, en la última
vuelta su motor expiraba, luego de siete horas de brillante manejo, peleando en
posiciones que no le correspondían, su coche silenciosamente se detiene a un
lado del camino mientras que los Mercedes conseguían un triunfo total, George
Boillot se baja del coche con lágrimas en sus ojos, totalmente exhausto por el
esfuerzo realizado y ver como se le había escapado su más grande triunfo, para
el público, no era una derrota , era otra gloriosa página de un piloto sin
igual, uno que les permitía soñar, uno al que la inferioridad de su maquinaria
no podía contener, el 22 de Mayo de 1916, George Boillot moría de una bala en
el corazón en una combate de aviones, el motor de los Mercedes que le robaron
su victoria aquel día de forma tan cruel en Lyons, eran prototipos de los
motores que llevaban los aviones a los
cuales ese fatídico día se enfrentó en un combate aéreo, primero le robaron de
su más grande logro en Lyons y luego fueron los propulsores en los aviones que
en combate le terminaron arrebatando la vida.
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