Pocos circuitos están
tan impregnados con la historia del automovilismo, a pesar de los cambios a través
del tiempo, el circuito sobrevivió hasta hoy día casi integro, el pronunciar su
nombre inmediatamente convoca memorias de las historias que se han forjado
sobre su ilustre trazado desde los años 20, Monza es uno de los templos de la fórmula
1.
Construcción del
circuito de Monza comenzó en Febrero de 1922, a pesar de haber más localidades
que deseaban ser el hogar del nuevo
circuito, sería el parque Villa Reale quien se quedaría con el honor, parte de
su selección era su corta distancia a Milán, el arquitecto Alfredo Roselli sería
el encargado de planificar la pista, el modelo inicial seria de 14 km de largo,
casi inmediatamente el trabajo se detuvo ante la preocupación por monumentos y
la preservación de la vegetación,
después de diálogos que por momentos no parecían querer permitir el proyecto se
llegó a un acuerdo en el cual el circuito seria modificado a 10 kms.
Felice Nazzaro y Vicenzo Lancia colocaban la
primera piedra cuando más problemas aparecerían, el ovalo de 4.5 kms
de largo con dos curvas inclinadas con un radio de 320 metros, las
inclinaciones se levantaban 2.5 metros desde el piso, las curvas se conectaban
con rectas de 1070m de largo, la recta principal seria compartida con el
circuito de caminos, el ovalo cubierto de asfalto había sido diseñado para las
máquinas de la época y a una velocidad máxima de 190 kph.
En un día húmedo
de septiembre de 1922 , el circuito abrió sus puertas oficialmente, con una
carrera de voiturette usando el circuito combinado, el evento lo ganaría Pietro
Bordino en un Fiat 501, el circuito seria popular desde el principio pero la
tecnología progresaba más rápido y rápidamente convirtió al ovalo en obsoleto,
para mediado de los 20’s, incluso las motos comenzaban a sobrepasar la
capacidad del circuito combinado, tan solo tres años después de su creación, el
autódromo sabía que su ovalo era obsoleto, los coches de la época no podían
girar a su máxima velocidad en él.
La pista tenía un
entorno hermoso y las vistas lo hacían atractivo, se trataron de implementar
cambios para que el circuito pudiera hacer uso máximo del ovalo, pero ninguno
llego a realizarse, los eventos se seguían realizando y sería una cuestión de
tiempo antes de que un desastre se hiciera presente, ese día llego en 1928, una
colisión en la recta acabaría con la vida del piloto Emilio Materassi y 27 espectadores,
un circuito más corto seria usado brevemente, en 1932 el circuito combinado
seria nuevamente usado para un gran premio, al siguiente año nuevamente los peligros
de Monza se harían presente, un alto número de público se había hecho presente
para presenciar un par de grandes premios, uno en el circuito combinado y otro
en el ovalo, una leve llovizna se hizo presente mientras Luigi Fagioli en Alfa
peleaba con Tazio Nuvolari en Maserati, en el gran premio que se disputaba en
el ovalo, en la vuelta nueve de la primera tanda, el Duesenberg manejado por el
presidente de Ferrari, Count Trossi fundió el motor en el banco sur, aceite caía
a la pista, Guy Moll entrando en trompo al pasar por el aceite, en la segunda
tanda los oficiales habían cubierto el aceite con arena, al largar Borzacchini
lideraba a Campari, el grupo despareció en la curva norte, el público esperaba
ansioso la aparición en la curva sur, solo tres competidores lo harían con
Balestro ganando, Campari había perdido
el control en la mancha de aceite en la primera vuelta, su rueda engancharía al
borde de la pista y lo haría volcar matando a Campari, detrás varios intentaban
evitar más accidentes, Borzacchini perdería su vida también, la siguiente tanda
seria retrasada por dos horas y se haría sin incidentes, la final se acortaría,
pero en la novena vuelta nuevamente la tragedia se hizo presente cuando Czaykowski
simplemente voló del circuito y su coche se incendió matando al piloto, la
decisión no tardó en llegar de que el circuito de ovalo era peligroso y no
debería de usarse para coches que sobre pasaran su velocidad máxima, para 1934
dos chicanas se harían presentes como forma de contener la velocidad, algo con
lo que ya se había estado probando anteriormente.
Con el comienzo
de la guerra el circuito paso a ser depósito de coches y oficinas, incluso de
hogar para animales del Zoológico de Milán, para 1945 las fuerzas aliadas
circulaban por partes del asfalto creando grandes daños, por un tiempo se
usaría como depósito de vehículos militares y no sería hasta 1948 que se
comenzaría a restaurar el circuito.
A principio de
los años 50 los diseñadores Antonio Beri y Aldo di Renzo se pusieron a trabajar
en reconstruir el viejo ovalo que había sido dañado duramente durante la
guerra, el combinar el nuevo ovalo con el circuito de carreras daría a las
transmisiones tiempo de respirar después de cada vuelta, la cual demandaba de
frenos y cajas lo máximo algo que era el principal factor en los abandonos, en
adición a este factor el banco de inclinación de aproximadamente 38.69 grados
en su punto máximo sería beneficioso para las columnas de dirección y sus
partes dependientes, ya que los coches seguirían las curvas naturalmente, la
construcción comenzó en Marzo de 1955, a
pesar de numerosos problemas el circuito fue completado tan solo dos semanas
antes del gran premio, midiendo 9.800kms lo que sumaría casi 500kms en el gran
Premio, la recta central fue recortada y una nueva curva de radio incremental
hacia su salida fue construida recibiendo el nombre de Parabólica, esto pondría
el largo del circuito en 5.750 metros y al ovalo en 4.250, su velocidad máxima sería
de 285 kph.
Había cierta preocupación en cuanto a los
baches en el ovalo y la calidad de la superficie a lo largo del circuito, con
la carrera tomando lugar a tan solo tres meses del desastre de Le Mans,
existían dudas de si se podría llevar a cabo, los equipos ingleses con la
excepción de Vanwall decidieron boicotear el evento, Fangio se haría con la
victoria para Mercedes.
Para 1957 el presidente del autódromo Giuseppe
Bacciagaluppi organizaría una carrera de 500 millas al estilo americano
conocida como Monzanapolis 500 o la carrera de dos mundos.
Con el accidente
entre Clark y Von Trips en 1961, que tomaría la vida de 14 espectadores a la
vez de Von Trips, el ovalo sería considerado muy peligroso para los coches de fórmula
1, se seguiría usando intermitentemente, los sports cars serían los que más le usarían,
poco a poco empezaría a quedar de lado con la última competencia relevante en
1969, con los eventos moviéndose al circuito de carreras por razones de
seguridad, Monza con el tiempo debería
empezar a controlar las velocidades y poco a poco el trazado se modificó con la
inclusión de chicanas que cortaban el estar a máxima velocidad e introduciendo
zonas de freno al máximo.
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