El
poner en el aire nombres como Spa Francorchamps o Suzuka, trae un brillo a los
ojos de los fans del deporte motor como no lo puede hacer el nombrar muchos de
los circuitos que forman parte del calendario reciente de la fórmula 1,
evidentemente que es un tema complicado, no todos los circuitos pueden poseer
un Eau Rouge y desafortunadamente en estos últimos tiempos por cada Eau Rouge o
Blanchimont se deben de soportar innumerables
otras que nadie sabe si tienen nombre, historia o que aportan al espectáculo.
Para la
mayoría de los seguidores de la fórmula 1, donde ocurre la carrera no es de
mayor importancia, pero si saben diferenciar entre características, ambiente y
sitios que son capaces de generar grandes carreras, dar reto a los pilotos y en
algunos casos están cubiertos de legendarias páginas de la historia del
deporte, con un calendario que se enfoca más, en ir a mercados nuevos que en
gran parte de los casos dan una recompensa económica pero contribuyen poco más,
muchas veces el espectador se termina preguntando ¿cuál es el punto de viajar a
dichos lugares?.
Luego de
la tragedia de Imola en 1994 comenzó un movimiento hacia mejorar las
condiciones de los circuitos y coches, muchas modificaciones fueron la reacción
a ese momento oscuro, pero poco después comenzaron las oportunidades de nuevas
construcciones, nuevos lugares a explorar, todo parecía tener sentido con un
deporte que aún estaba en expansión, hasta 1998 el calendario ofrecía la
posibilidad de viajar a Interlagos, Suzuka, Montreal, a la vez que seguir
visitando grandes clásicos como Silverstone, Monaco, Hockenheim, Spielberg o
Nurburgring con algunos de los más recientes como Barcelona, Albert Park,
Hungria, a la temporada siguiente el nuevo circuito de Sepang en Malasia
mostraba un nuevo cambio en dirección, se mantendría un calendario similar por
varias temporadas pero ya para 2004 aparecían China y Bahréin, al principio se aplaudían
las nuevas incursiones en otros mercados y esto comenzaría a poner presión sobre
algunos de los circuitos históricos de Europa.
Los nuevos
circuitos ofrecían grandes avances desde el punto de vista de construcción,
acomodaciones, seguridad, pero salvo alguna excepción, había poca aportación en
trazados que fomentaran grandes carreras, los pilotos parecían rara vez ser
retados por el circuito como lo hacen de forma regular, Spa, Suzuka o
Silverstone; lo que se podría agradecer por un lado en la construcción estaba
acompañado de una estandarización que iba en aumento en procedimientos y organización,
a medida que se fueron incorporando nuevos circuitos, se veía una perdida en
personalidad en ellos, la relación con la fórmula 1 parecía cada vez más
distante, con hoy en día viendo muchas carreras donde es imposible diferenciar
donde se está, circuitos como Singapur que ocurre durante la noche, ofrece una
nueva perspectiva pero a la vez fuera de la imagen que ofrece, los coches solo
giran entre paredes, limitando todo a tácticas pero poca opción a la aventura.
Es evidente
que no se pueden construir nuevos Suzuka, Spa, en todos los sitios, tampoco se
puede pretender recuperar muchos de los viejos clásicos como Clermont, Rouen,
Reims entre incontables otros, pero es bastante claro que la gran mayoría de
los nuevos trazados, construcciones, aparte de la parte económica y exposición de
mercado, generan poco interés entre los fans, posiblemente muchos de los
dirigentes o pilotos dirían lo mismo, prefiriendo trazados que estén pensados
para correr en vez de entretener a unos pocos invitados vip, pero la fórmula 1
no puede seguir ignorando lo que es, un deporte de competición, que hoy día prácticamente
pasa más en los garajes que en la pista y tampoco es justo decir que son solo
los circuitos los culpables de la situación actual.
Se habla
mucho de cómo recuperar el interés o fomentar mejores carreras, cuando a la vez
se dejan de lado herramientas fundamentales que lo harían todo muy sencillo, viajar
a nuevos sitios es siempre bienvenido, pero esto debe ser balanceado con
mantener un pie firmemente en seguir fomentando la historia del deporte y
utilizar los circuitos en gran parte es fundamental para conseguir ese
objetivo, organizadores como Red Bull mostraron que se pueden conseguir cosas
muy exitosas en Spielberg, ofreciendo una experiencia para todo tipo de fans y
equipos dentro y fuera del circuito, tal vez es hora de dejar de lado tanta estandarización,
permitiendo ofrecer algo más de influencia cultural de cada sitio, generar una
diferencia que ofrezca curiosidad, entretenimiento, haciendo la experiencia
algo más apetecible para todos, el modelo de la fórmula 1 esta encasillado en
la televisión, cuando gran parte de la población hoy día consume por otros medios
que podían contribuir más a la experiencia.
Con las
fronteras que el deporte explora cada vez más extensas, sería positivo el poner
un poco más de peso en mantener, balancear, el calendario de una forma que
permita seguir disfrutando de la gloriosa historia del deporte y esto es algo
que lleva nuevamente a los circuitos, los cuales están conectados de forma
fundamental, en cómo se desarrolló el deporte a través del tiempo, una vez más
como mostro Red Bull en Austria, con un poco de esfuerzo, los circuitos clásicos
pueden ser muy exitosos y ofrecer más de lo que en otros aspectos, dan obras faraónicas
que en muchos casos parecen más pensadas a favor de unos pocos pero con poca consideración
a los fans o quienes deben de competir sobre su asfalto.
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