Aquellos que a
veces encontraban a Michael Schumacher
agresivo de más en sus movimientos o comportamientos en la pista o
criticaban fuertemente como Ayrton Senna usaba sus tácticas de presión robusta,
piensan que esto es un fenómeno moderno, fruto de las presiones de sponsors y
una evolución dramática hacia el ganar sin importar el que suceda y que se
debía a la corrupción de los valores morales de la competencia para poder
obtener victorias, el deporte en general parece ser más agresivo y hasta
pareciera justificar el que ciertos competidores crucen una línea, que para los
puristas no se debería de cruzar jamás, siempre aludiendo al honor y que esas
cosas, antes no pasaban, sin embargo una mirada hacia atrás, cuando el
campeonato estaba en su infancia nos muestra parecidos entre el legendario
piloto Paulista, el Kaiser Schumacher y quien sería el primer campeón, el doctor
Nino Farina.
Nacido en la
famosa familia Farina, el 30 de octubre de 1906, Giuseppe Antonio “NINO” Farina
era sobrino del diseñador Pinin Farina y su padre Giovanni, el dia del
nacimiento de su hijo establecería un taller
Stabilimente Farina, para dejar algún día a su hijo. Con 16 años de edad
acompañaría a su tío Pinin en una carrera, como pasajero y tres años más tarde comenzaría su carrera
al volante. En su juventud se distinguiría en estudios y deportes, buen
corredor de pista, esquiador, jugador de
futbol, como oficial de caballería y en
el regimiento de tanques serviría en la guerra, además de graduarse con un
doctorado en leyes en la universidad de Turín, pero poco tardaría en que su
deseo de correr en autos se apoderara de su persona.
Con unas buenas especulaciones
en la bolsa de valores cuando aún no tenía 20 años, esos frutos fueron la base
para comprar su primer coche de carreras propio ,un Alfa Romeo de segunda mano
1500, puesto inmediatamente en servicio cuando él y su padre compitieron en la
escalada Aosta-Gran San Bernardo, su padre termino cuarto pero Nino a pesar de
haber manejado su primer coche a la tierna edad de 9 años, termino el día con
el hombro fracturado, varios cortes y raspones en la cara cuando introdujo su
Alfa a un árbol.
En el principio
de los 30, Nino correría con entradas privadas de Alfa y Maserati , lo hacía
bien, ganando la carrera Masaryk en 1934 y teniendo lugares sólidos en otros
eventos, mientras aprendía lo que el siempre consideraba su verdadera vocación,
impresiono a Tazio Nuvolari, Il Maestro comenzó a tomar al joven Farina y actuó
como un mentor, con su guía se encontró la oportunidad de unirse a la Scuderia
Ferrari Alfa Romeo en 1936 y lo celebro con un brillante segundo puesto en la
Mille Miglia después de correr toda la noche sin luces, al año siguiente
seria segundo nuevamente, pero ganaría el gran premio de Nápoles y segundos
puestos en Turín y Milán, culminando la temporada como campeón italiano, para
1938 y 39 un Alfa Romeo 158 lo llevaría a campeón italiano nuevamente.
Poco después de finalizada la guerra
se casaría con una aristócrata de nombre Elsa Giaretto quien dirigía un emporio
de ropa en Turín, tres días después de su boda de alta sociedad, Dottore Nino
Farina, volaba rumbo a Argentina y una nueva carrera.
Alfa tenía muy pocos recursos de
frente al primer campeonato del mundo, necesitando un líder establecido y no tuvo
otra opción que llamar a su antigua estrella para acompañar al sensacional Juan
Manuel Fangio y el errático Luigi Fagioli, Nino Farina al volante de la
invencible Alfa 158 ganaría 3 grandes premios de los siete disputados en el
campeonato para convertirse en el primer campeón de la fórmula 1, luego sería
desplazado de su posición de líder por el emergente Juan Manuel Fangio lo que provocaría
su ida a Ferrari en 1952, en el mismo 1952 cuando Fangio tenía un accidente grave
en el gran premio de Monza, el primero en visitarlo en el hospital al terminar
la carrera fue Farina, su estadía en Ferrari no sería fácil, otro joven
talentoso, Alberto Ascari lo pondría en segundo lugar, su primera
victoria para Ferrari y la última de sus cinco en eventos del campeonato
mundial vendría en 1953 en Nurburgring, peleando desde atrás y pasando Hawthorn
y Fangio para obtener una gran victoria, ese mismo año en conjunto con el joven
Mike Hawthorn ganaría las 24 horas de Spa, en 1954 triunfaría en Syracusa e iba al frente de la Mille Miglia en una Ferrari 4.9 litros
cuando se salió de pista a causa de patinar sobre unas vías de tranvía, choco
fuertemente, con su brazo derecho todavía enyesado se hizo presente en los 1000
kms de Monza, al comienzo de la carrera
de coches deportivos, el eje rompería y en el proceso atravesaría el tanque de
combustible, recibiendo quemaduras, trato de volver en 1955 administrándose
grandes dosis de calmantes y consiguiendo varios puntos, como un segundo puesto
en Argentina y un tercer lugar en Spa, las largas carreras de entonces le
ocasionaban grandes dolores que no eran ayudados por su insistencia en seguir
corriendo cuando los médicos le recomendaban reposo, pero al final de la
temporada decidió retirarse .
Su apodo era El señor de Turín, que no era otra cosa que una referencia a
su privilegiado hogar y familia, pero también hacía referencia a su natural
dignidad con la cual se hacía presente y se notaba en el asiento de sus
bólidos, sentándose derecho y bien hacia atrás, tomando el volante con las dos
manos y sus brazos estirados, guiando sus coches con calma, dando juzgados
acentos de acelerador y siempre con estilo, aunque con regularidad exigía mas
de su maquinaria de lo que era posible extraer, su escape de accidentes siempre
terminaban con Nino agradeciendo a la Virgen el estarlo protegiendo.
En un día de Junio de 1966, exactamente el día
30, el Dr. Farina manejaba su Lotus Cortina en rumbo a el gran premio de
Francia en Reims , atravesando los Alpes, llegando a Chamberry, el Lotus
encuentra repentinamente parches de tierra suelta en la carretera, el coche
patina y es imposible controlar, se desliza contra un poste telegráfico, Nino
Farina fallecía así a los 59 años de edad, para muchos solo fue el primer
campeón, aunque muchos dirían que era la justa recompensa por
haber sido negado de la grandeza que se merecía y habría alcanzado de no ser
por la guerra, para otros fue un estándar, un amigo, un colega que siempre tenía
una palabra amable que sabía hacerse entender y apreciar, aunque algunos lo
catalogaran de arrogante, Fangio entre otros de sus amigos y compañeros siempre
dirían que era un hombre seguro y un gran rival, sin dudar en agregar que fue
un campeón en todo el uso de la palabra, hombre que tenía todo delante de si
para ser un gran profesional pero decidió que los coches de carreras era donde
estaba su verdadera vocación y la afronto con total dedicación y una sonrisa,
era tan capaz de ser el rival temible como un gran amigo, cuando su Lotus
encontró ese poste de telégrafo en 1966, seguramente la virgen estaba mirando
hacia otro lado.
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