El 23 de Marzo de
1977, Renault conducía una prueba en Paul Ricard con un Nuevo coche, el Renault
RS01 propulsado por un motor V6 de 1.5
litros con turbo, los comienzos de esa historia serian complicados, pero el
fabricante francés siguió trabajando a pesar de los problemas que el concepto
le daba, el primero de Julio de 1979 Jean-Pierre Jabouille daría el primer
triunfo en Formula 1 a un motor turbo con el Renault RS10 al ganar el Gran
Premio de Francia en Dijon.
Cuando Renault había
comenzado sus trabajos en el concepto del RS01 en 1976, mucha de la directiva
de Renault estaba dividida, sin embargo una ligera mayoría apoyaba lo que veía
como una idea con potencial, durante las pruebas, el tiempo que podía generar
cuando estaba en pista sin problemas era una clara indicación del potencial del
coche, pero los inconvenientes eran numerosos y sin fácil solución, rara vez
consiguiendo poner tres vueltas de corrido, la idea había comenzado contra
muchas preguntas en el aire, las regulaciones estipulaban un combustible que
pocos en Renault creían posible usar para un turbo.
Para sus
comienzos, Renault decidió usar el motor V6 de dos litros que había estado
usando en F2 y sports cars, tenía dos opciones ante sí, una era el convertir
ese motor en una versión de 1500cc turbo o una versión de 3 litros atmosférica
si quería continuar como hasta entonces, los cálculos decían que la
arquitectura del bloque era lo suficientemente robusta como para funcionar ante
el estrés del turbo, tan solo comenzó a girar el rumor de que Renault planeaba
un motor turbo, los demás equipos comenzaron una campaña de prohibición de
tales unidades, no mucho tiempo antes se consideraba imposible que fuera
competitivo tal concepto, pero una vez que se comenzaron a realizar cálculos,
muchos vieron una seria amenaza, otros veían un requisito de inversión que
asustaría a la mayoría de los patrocinadores, la campaña de descrédito quedo en
la nada al ver la poca fiabilidad de la idea de Renault en Silverstone y que
Jaboullie solo conseguía estar a 1.6s de pole.
Entre algunos de
los numerosos inconvenientes a los que se enfrentaba Renault estaba el poder
controlar las temperaturas y producir partes internas que soportaran las
presiones ejercidas por el turbo, todo requeriría de tiempo y dinero, pero
sobre todo de mucho esfuerzo por parte del pequeño grupo liderado por Bernard
Dudot, Francois Castaing y Jean-Pierre Boudy, el conseguir que los motores
fueran fiables resulto ser algo mucho más complicado de lo que esperaban los líderes
del proyecto, simplemente la tecnología no estaba disponible, pero el equipo no
desespero y luego de comenzar un trabajo en conjunto con los científicos de
ELF, el progreso comenzó a llegar aunque sería un proceso lento, por momentos
desesperante.
La contribución
de ELF estaba en crear combustibles y aditivos que permitieran trabajar, así se
fueron desarrollando aditivos con anti detonantes que permitieron ir
controlando las temperaturas, 550 bhp con 2.5 bar de boost demostró no ser
suficiente pero era un adelanto, el lag le hacía algo casi inusable, el
alcanzar 600 bhp con 3.0bar daría esperanzas, en un periodo de 18 meses los
incrementos en potencia y fiabilidad comenzarían a llegar de una forma más
acorde a las expectativas del equipo Renault, pronto varios equipos comenzaban
a reportar trabajo en motores Turbo y al comienzo de la temporada 1981 habían
cuatro coches con dichas unidades, la
era turbo de la formula 1 había comenzado.
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