jueves, 18 de septiembre de 2014

Singapur preview



Circuitos callejeros generalmente introducen distintos retos que un circuito tradicional, poniendo mayores demandas sobre los neumáticos, frenos y el piloto, Marina Bay no es una excepción con un numero significante de curvas que en gran parte son de 90 grados, esto requiere de mas precisión en como el piloto las negocia, la superficie en general es despareja y estas características tienen un efecto en las zonas de freno y los requerimientos en la preparación de la suspensión.

Las temperaturas en la zona son generalmente altas al igual que la humedad,  pero la superficie del circuito no es generalmente elevada debido a que se corre durante la noche y esto es una consideración que los equipos deben de tener en cuenta, los neumáticos deben negociar el alto número de curvas en una relativa cercanía, lo que les da poca oportunidad a enfriarse, el piloto debe mantenerse alerta en ese aspecto para controlar sus temperaturas.

El circuito evoluciona de igual forma que similares circuitos como Mónaco lo hace, a medida que el fin de semana progresa hay un incremento del agarre que el circuito ofrece, las áreas de escape al igual que el espacio fuera de pista es mínimo lo que requiere que el piloto circule en continua cercanía de las paredes que enmarcan el circuito, debido a la proximidad entre curvas, la vuelta al circuito requiere que el piloto consiga mantener  un buen ritmo, dentro de las previsiones tácticas siempre debe de contemplarse la posibilidad del safety car.

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