sábado, 8 de marzo de 2014

George Boillot: un fenomenal desconocido



Su carrera fue de tan solo seis grandes eventos entre 1912 y 1914, durante ese tiempo dejo muy claro que era uno de los más grandes, agregando otra página a su leyenda cada vez que se subía a su Peugeot, era un personaje especial de sublime capacidad, triunfaría en sus dos primeras competiciones, demolería el record en su primera visita a Indianápolis, perdiendo la carrera debido a un problema con sus neumáticos, de sus seis grandes eventos, ganaría tres, retirándose en el resto mientras lideraba, en aquel entonces, existían realmente no más de dos o tres grandes eventos principales anuales y el conseguir victoria en tan solo uno era casi que el equivalente a ser campeón, se involucraba en la creación de sus máquinas, generalmente sus coches eran de los mejores, pero incluso cuando se enfrentaba a maquinaria superior, poseía el don de extraer mucho más de su máquina de lo imaginable, si de algo sirven las comparaciones, en el otro Peugeot corría Jules Goux, quien sería un múltiple ganador, considerado como otro maestro del volante, lo cierto es que cuando ambos estaban en carrera, Goux nunca se podía acercar al gran Boillot, quien era considerado simplemente, extraordinario.

Algunos podrán argumentar que no existía mucha competición, la entrada de 1914 era una de grandes en toda regla, Mercedes, Fiat, Sunbeam, Delage, Opel, Vauxhall, con un gran número de pilotos muy capaces, Boillot era simplemente mejor que todos, comenzó como un mecánico para Lion-Peugeot, una subsidiaria formada por un desacuerdo interno y no tardó mucho en conseguir estar al volante, uniéndose al establecido Goux y Giouse Guippone, su primera incursión menor seria en 1908, en el circuito de Madonie, Sicilia, donde tuvo un accidente, pero dejo claro que era un talento a seguir, en Caen 1909 conseguía su primer triunfo, 1910 comenzaría con victoria en Targa Florio en una Voiturette, que estableció su reputación, las noticias decían que los Grandes Premios retornarían en 1911 y Boillot anhelaba ese momento, comenzó a trabajar en los coches para dicha oportunidad, los ingenieros de Peugeot  por momentos contestaban que era un charlatán con ideas raras, el ingeniero Ernest Henry vio ideas prometedoras, junto con Zucarelli dieron forma al coche, el Gran Premio de 1911 se cancelaria pero para 1912, el charlatán, estaba a bordo de un Peugeot de 7.6 litros con doble árbol de levas y cuatro válvulas por cilindro, en frente estaba el fuerte equipo Fiat que tenía no solo buena maquinaria en un Fiat S74 de 14 litros y 190 bhp, pero una plantilla de pilotos temida, el Peugeot era la mitad en tamaño con 130 bhp, el circuito seria en Dieppe, 48 millas, que en papel daban una ventaja nada despreciable al poder bruto del Fiat, la agilidad del Peugeot no podía ser explotada en lo que era prácticamente un triángulo de rectas con poca variable, sin embargo, Boillot se encargó de que la pelea fuera entre él y la super estrella de Fiat, David Bruce-Brown.

Permanecerían primero y segundo al final del primer día  con Bruce-Brown liderando por tan solo dos metros, después de 7 horas, lluvia estaría presente en el segundo día y Boillot sabía que esa sería su única posibilidad, lamentablemente la lluvia también se encargó de demorarle nueve minutos al negarse a arrancar, con el paso del tiempo, Boillot comenzó a recortar distancias, la mala suerte ahora toca a Fiat y Bruce-Brown tiene un incidente donde rompe una línea de combustible, consigue reponerse pero es descalificado, dando así su lugar a Boillot, evidentemente que se jugó la carta de suerte a favor de Boillot, pero era imposible negar que en un coche en clara desventaja y dando 9 minutos, llevo la pelea hasta el favorito, el público estaba encantado.

En 1913 ganaría el Gran Premio nuevamente, con tres vueltas del final rompe una manguera, debe detenerse a repararla y ahora Goux le alcanzaba, está detrás a tan solo 6 segundos, para cuando cruza la línea de meta llevaba casi tres minutos de ventaja, en esa misma temporada ganaría una carrera de voiturette, en 1914 se presentaría en Indianápolis donde rompería el record de vuelta en un anticuado coche de la temporada anterior, problemas en los neumáticos le dejan 15to y en una muestra de velocidad, recupera la punta y cuando comenzaba a distanciarse nuevamente, otro neumático le roba de la victoria, para George Boillot, aun había una carrera más en su legendaria historia y sería una de leyenda.

1914
Un gran entusiasmo estaba presente en el aire, cuando Mercedes anuncio su retorno al Gran Premio de Lyons, en lo que fue visto como algo de manera muy poco deportiva, el equipo decidió publicar una nota donde declaraba, “por razones de publicidad, hemos decidido ganar este Gran Premio”, habían diseñado un coche de similares prestaciones al Peugeot, pero se le consideraba un coche con lo último en tecnología y donde el equipo no había tenido problemas de dinero, para invertir en refinar su prodigiosa máquina, sus preparativos llevaron meses de pruebas en circuitos, siempre refinando su coche, las primeras vueltas dejaban claro que el Mercedes era el coche superior y más rápido, solo el talento de Boillot le permitía permanecer en la lucha, el gran George Boillot peleaba contra una armada de Mercedes, los coches alemanes se turnaban en tratar de poner en apuros a Boillot, para la vuelta número 15, el increíble Boillot estaba en la punta , aún quedaban cinco vueltas, pero su coche comenzaba a mostrar señales de la presión a la que había sido expuesto, primero se quedaría sin sus frenos delanteros, luego la dirección comenzó a no responder adecuadamente, el motor comenzaba a perder potencia, los Mercedes seguían al ataque, sin piedad, tratando de forzar a Boillot a seguir empujando más de lo necesario, perdería el liderato con Christian Lautenschlager con dos vueltas al final, el Peugeot perdía un cilindro, de forma cruel, en la última vuelta su motor expiraba, luego de siete horas de brillante manejo, peleando en posiciones que no le correspondían, su coche silenciosamente se detiene a un lado del camino mientras que los Mercedes conseguían un triunfo total, George Boillot se baja del coche con lágrimas en sus ojos, totalmente exhausto por el esfuerzo realizado y ver como se le había escapado su más grande triunfo, para el público, no era una derrota , era otra gloriosa página de un piloto sin igual, uno que les permitía soñar, uno al que la inferioridad de su maquinaria no podía contener, el 22 de Mayo de 1916, George Boillot moría de una bala en el corazón en una combate de aviones, el motor de los Mercedes que le robaron su victoria aquel día de forma tan cruel en Lyons, eran prototipos de los motores que llevaban los aviones  a los cuales ese fatídico día se enfrentó en un combate aéreo, primero le robaron de su más grande logro en Lyons y luego fueron los propulsores en los aviones que en combate le terminaron arrebatando la vida.

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