F1: política sin sentido común

Hacia fines de los años 80 y principio de los 90, la fórmula 1 comenzaba una expansión comercial, los niveles tecnológicos, asociaciones e inversiones estaban en aumento, la televisión jugo un papel importante en la forma en que el deporte llego a alcanzar todos los rincones del globo de una forma más personal, directa, poco a poco se comenzó a mantener atención entorno al deporte durante más tiempo y la política del mismo comenzó a ser cada vez más notoria.

La fórmula 1 siempre tuvo grandes elementos comerciales a su favor, los coches permitían asociaciones técnicas que impulsaban nuevas tecnologías, ofreciendo gran exposición que sin duda era gran parte del estímulo a invertir en varias de las asociaciones, pero también era un deporte que viajaba en su gran parte de la temporada, a lugares con raíces históricas en el deporte donde los fans podían conectar a través del presente del deporte con su ilustre pasado, los circuitos eran tan importante como los coches mismos, los pilotos escribían sus historias sobre los circuitos que habían creado leyendas, la pena por dejar un cierto lugar era reemplazada por la anticipación de viajar a otra histórica arena del deporte.

No pasaría mucho tiempo en que la explosión en la televisión, su alcance, cobertura, acompañada por las distintas publicaciones, abrieron las posibilidades a jugosas propuestas de llevar  el deporte a nuevos lugares, la expansión siempre es vista de una forma positiva, en particular cuando ayuda a mantener el interés de espectadores e inversores, atrayendo nuevas posibilidades que de alguna forma contribuían al bien común.

En una era de globalización, la fórmula 1 es en muchos aspectos única, en que a lo largo de una temporada da las posibilidades a patrocinadores de alcanzar numerosos mercados, pero la política de muchas de las decisiones promovieron a seguir caminos que poco a poco comenzaron a crear numerosos problemas, el poder entrar en nuevos mercados comenzó a ser la prioridad que por lo general llegaba a costa de dejar de lado ciertos lugares donde había una conexión directa que en muchos de los casos solo necesitaba explotar mejor lo que cada una podía ofrecer desde varios puntos de vista, posiblemente ayudando a recuperar la sensación que poco a poco la fórmula 1 estaba perdiendo.

Los equipos estaban cada vez en un camino más técnico, profesional que impulsaba los gastos, los estudios aerodinámicos  también contribuyeron a que la formula comenzara a perder cierta competitividad en pista, el espectáculo fue disminuyendo a algunos puntos buenos a lo largo de una temporada, hacia fines de los 90 se comenzaron a abordar distintas ideas para recuperar parte del espectáculo, muchas veces más el resultado de desacuerdos, esas regulaciones solo complicaron las cosas y mientras la fórmula 1 seguía explorando nuevos lugares, introduciendo circuitos que en general no contribuían, solo probando ser una carga económica que finalmente les forzaban a desaparecer del calendario a favor de un nuevo negocio en otro sitio exótico, las temporadas siguieron ocurriendo llevándonos al punto de que hoy día salvo un par de ocasiones, es difícil saber dónde se está corriendo, los circuitos aportan poca diferencia en carácter y cada vez más parece que la f1 se aleja de sus raíces.

Para un deporte que es global, visitando tantos sitios con diversas culturas, estas ventajas se exploran poco, se sigue un camino robótico, estandarizado, que quita toda personalidad a cada lugar en que se está, si la fórmula 1 es de recuperar su público, reconectar con sus fans y recobrar su estatus como deporte motor número uno, debe recuperar su pasado, balanceándolo con el presente y los nuevos mercados, permitir un poco de personalidad en cada sitio, flexibilidad en cómo se organizan, entregan los premios de acuerdo a la cultura de cada lugar, para mostrar esa diversidad que posee el deporte pero se niega a usar por darnos siempre un paquete similar que hace difícil identificarse con los nuevos sitios, no se pueden seguir ignorando nuevas tecnologías que ofrecen numerosas oportunidades de mantener a los fans involucrados, para un deporte en que la historia y leyendas están siempre muy presentes, se hace un increíble trabajo en tratar de obviarlo todo a la hora de recuperar el espectáculo pero principalmente su identidad.