El gran premio de
Austria fue celebrado por todos los que
indirecta o indirectamente, participaron del evento, los espectadores se
volcaron en grandes números y los equipos, pilotos en general, todos mostraron
su satisfacción con la organización, el desarrollo del fin de semana, por lo
que se podría decir que el gran premio fue todo un éxito, el ambiente que se generó
alrededor del gran premio fue fantástico.
Por supuesto que
había la expresión de recordar lo fantástico del circuito original, en
numerosas ocasiones se intentó recuperar partes del trazado, pero la política y
grupos de personas, se interpusieron en lo que podría haber sido algo mejor, el
circuito en muchos aspectos cambio de ser un majestuoso, rápido pero también
peligroso trazado, a algo que retiene secciones largas pero interrumpido por
curvas de poco reto en velocidad, el entorno casi perfecto del circuito fue una
pieza fundamental y mucho se habló de como los fanáticos habían tomado la
oportunidad que brindaba el paisaje, para hacerlo un evento especial, Red Bull
se encargó también de darle ese toque personal, haciéndolo algo más informal,
que es posiblemente lo que la formula 1 podría utilizar de una forma más
frecuente para atraer más público y hacer el deporte más amigable a mayor número
de personas.
El cambio de
ambiente era muy drástico, ya que hoy día generalmente se compite en medio de
junglas de concreto o en entornos que poco invitan o permiten de celebración al
nivel que se produjo en Austria, con los equipos empujando por retornar a una
base más europea en el campeonato, los fanáticos en varios aspectos terminaron
de mostrar de las posibilidades y lo atractivo que todo se vio durante el fin
de semana, se podría agregar que las dos últimas carreras fueron realizadas en
circuitos clásicos y estos proporcionaron en general mas entretenimiento, el
ambiente fue halagado en ambos casos y la respuesta del público pareció
bastante mejor de la que se recibe en otros sitios, que parecen forzados a
realizar los eventos con poco espacio para la celebración en el entorno general
de la pista, tal vez sea el momento en que la f1 se dé cuenta de una vez, que
debe re conectar con su público tal como se hizo en estos dos últimos grandes
premios, donde hay una base de gente más involucrada que en otros sitios que
siguen apareciendo en el campeonato, pero en realidad, aportan muy poco, el
deporte necesita abrirse al público y generar nuevos fanáticos, alimentarles y
no empujarlos a un lado como en muchos casos parece que se quisiera hacer.
Los circuitos
clásicos necesitan estar presentes, porque sencillamente son una de las más valiosas
formas de conectar con los fans, promocionar al deporte y atraer a auspiciantes,
la historia del deporte no se puede olvidar o ignorar, está muy bien el viajar
a sitios nuevos , pero debería de haber un límite y deberían de haber
relaciones que se fomenten más por pura lógica que por contratos que al final
perjudican más de lo que ayudan, Austria dejo claro que dadas las
posibilidades, los circuitos europeos pueden contribuir mucho más de lo que se
piensa, con unos campeonatos que se tratan de estirar más de lo necesario en
muchos casos, se deberían de construir los campeonatos entorno a lo que siempre
estuvo allí, los fans se identifican no solo con los equipos y sus coches, pero
también con sus pistas y si se trabajara en explotar esas relaciones, la fórmula
1 en general tendría una salud bastante mejor de la que tiene, no todos los
lugares darán el resultado que Austria dio, pero es muy posible que la gran
mayoría de los circuitos europeos tengan
mejores herramientas para crear un nuevo contacto, un nuevo atractivo para las
generaciones nuevas, se necesita reconectar y generar nuevos fans, se debería
de aprender de las lecciones que Austria dejaron bien en claro, los equipos lo
vienen reconociendo desde hace un tiempo, pero el organismo político sigue
mirando hacia otro lado contando los contratos y el dinero, cada vez se le está
haciendo más difícil negar la realidad de las cosas.
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