Con las casi
diminutas perspectivas de continuar organizando el gran premio de Austria en el
aeropuerto de Zeltweg, el aumento en popularidad del joven austriaco Jochen
Rindt ponía en claro que era el momento exacto para buscar un lugar adecuado,
donde los locales pudieran disfrutar de su ídolo y a la vez sentirse orgullosos
de su circuito, a pocas millas del
aeropuerto se encontró el lugar perfecto donde las montañas, las vistas y el
terreno daban la posibilidad de crear algo de importancia, que todos pudieran
considerar como adecuado, el trabajo no defraudo y rápidamente el circuito se transformó
en uno de los favoritos entre piloto y público.
Con el retorno a
lo que ahora se conoce como el Red Bull Ring, los distintos nombres con los que
se conoce al circuito solo llevan a recordar al fabuloso Osterreichring y
ningún circuito posterior por más que usara parte de su trazado, llegara a
hacerle justicia a la grandeza y preciosidad del circuito original que se podía
colocar entre los grandes de la historia como Nurburgring o Spa, un entorno de
fotografía con un trazado que ofrecía retos en abundancia para los pilotos que
a la vez deleitaban a los fanáticos, en pocas ocasiones se pueden conseguir
unir el entorno perfecto con el trazado perfecto y una de esas ocasiones fue la
creación del fantástico circuito austriaco que hoy en día, lamentablemente
tiene poca relación con el trazado original aunque este situado sobre parte de
su trazado.
Desde la línea de
largada los coches tomaban velocidad en una creciente subida hacia Hella Licht,
una rápida curva hacia la derecha tomada casi a velocidad máxima, siguiendo a
máxima velocidad por la zona mas rápida del circuito Flatschach, hacia Dr Tiroche
Kurve en un leve descenso rápido hacia la izquierda terminando con la larga curva hacia la derecha, siguiendo
nuevamente con una leve subida y bajada
hacia Boschkurve, donde los coches bajaban y doblaban hacia la derecha nuevamente y donde había posibilidades
de atacar en varias líneas y hacia la chicana Texaco Schikane, que no era más
que una doble ápex rápida curva hacia la izquierda donde nuevamente, los más
arriesgados se atrevían a adelantar pero sería más común preparar los ataques
en la salida hacia la derecha con una
leve subida y bajada , cambios de camber en el asfalto hacia la rápida
Rindtkurve que contenía un salto en la zona rápida antes de entrar a esa curva
final en dirección hacia la línea de meta.
El trazado era
rápido pero técnico, con cambios de nivel y ángulos en las rectas, curvas que
lo hacían un verdadero circuito de pilotos, para 1976 en un esfuerzo en
controlar las altas velocidades del circuito, se introdujo los primeros cambios que terminarían con la
chicana en Hella Licht, el trazado se siguió usando hasta 1987, una década más
tarde el circuito volvía al campeonato con cambios para en teoría modernizar el
circuito, el fantástico Osterreichring paso a la historia y el nuevo circuito
se denominaría A1 ring pero tendría poca semejanza con el fantástico circuito
original, ahora convertido en un trazado trabado a pesar de poseer secciones
rápidas, pero el flujo del circuito fue totalmente arruinado, cuando el
propietario de Red Bull adquirió el circuito, tenía en mente recuperar gran
parte del trazado original, problemas con permisos y la política continuamente
pusieron freno a los intentos de revivir el circuito en una forma más acorde a
su historial, pero como es lo normal hoy en dia, las presiones políticas y
comerciales detuvieron el circuito, finalmente se decidio tratar de renovar el
circuito que se había utilizado en la f1 por última vez en 2003, por desgracia
la majestad del circuito original se perdió y a pesar de que el retorno a
Austria trae recuerdos del fantástico Osterreichring.
El nuevo circuito da pocas razones para excitarse, pero al menos da la oportunidad de renovar el interés por otras de las glorias históricas de la fórmula 1 y quién sabe si tal vez en un futuro cercano se pueda intentar nuevamente a revivir al menos gran parte del viejo trazado que de a los pilotos actuales un pequeño gusto de lo que era correr sobre el asfalto del fabuloso circuito austriaco como Spa pudo lograr cuando cambio su trazado pero mantuvo parte del carácter que le convirtió en leyenda.
El nuevo circuito da pocas razones para excitarse, pero al menos da la oportunidad de renovar el interés por otras de las glorias históricas de la fórmula 1 y quién sabe si tal vez en un futuro cercano se pueda intentar nuevamente a revivir al menos gran parte del viejo trazado que de a los pilotos actuales un pequeño gusto de lo que era correr sobre el asfalto del fabuloso circuito austriaco como Spa pudo lograr cuando cambio su trazado pero mantuvo parte del carácter que le convirtió en leyenda.
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