Con Canadá
y Austria completadas, mucho se habla de cómo en forma clara las presentes
regulaciones, penalizaciones, están de alguna forma limitando el espectáculo,
es evidente que no todas las carreras se pueden convertir en clásicos, en
Montreal por ejemplo no existieron periodos de safety car, la degradación de
neumáticos no fue la esperada y esto influyo en cómo se desarrolló la carrera,
ilustrando una vez más la dependencia de la fórmula 1 actual en forzar
variables.
Es más
que evidente que en los últimos tiempos la fórmula 1 adopta un camino
artificial para ofrecer el espectáculo que se espera, desde la introducción de
Kers y el DRS, se pensó en que serían medidas para ganar tiempo, mientras se
pensaban en soluciones optimas, Pirelli fue puesta a cargo de ofrecer otra
variable por medio de alteraciones de compuestos, pero los equipos cuentan con
muy buenos cerebros, que rápidamente van eliminando o al menos controlando las
variables, en esta temporada cuando se suponía que Pirelli era más agresiva con
los neumáticos y así forzando a los equipos en contemplar más estrategia, los
equipos han en gran parte neutralizado esa opción, sin safety car, nuevamente
quedo a plena vista, que las carreras vuelven a caer al viejo circulo vicioso
de ser predictivas, monótonas y poco atractivas.
Montreal
es un circuito angosto, rápido, que penaliza los frenos, sus características
son en muchos aspectos una receta para una buena carrera, pero si observamos lo
ocurrido esta temporada, con un degradamiento que no inquietaba a los equipos y
una carrera que se desenvolvió sin mayores inconvenientes, el no tener un
safety car, puso mucho del foco en conservar combustible y preservar frenos,
con tanta conversación siendo transmitida, quedaba claro que el único problema
que los equipos tenían era que debían controlar esos dos aspectos, ya que no parecía
posible que el safety car les diera la opción a conseguir sus objetivos, con esa ansiada pausa que pusiera los
márgenes dentro de los cálculos.
Austria
por otro lado es un circuito que a pesar de las diferencias tan obvias, es de
alguna forma un circuito que está en línea con Montreal en muchos de sus
requisitos, además de que posee otras ventajas, pero un safety car en la
primera vuelta dio a los equipos la
pausa que se buscaba para controlar el consumo de combustible y los neumáticos
nuevamente estaban bajo control, los coches que aparecían fuera de lugar en
ambas carreras, lo hacían gracias a un ridículo sistema de penalizaciones, una
vez salvado el obstáculo del combustible la carrera se desarrolló sin grandes
dramas, de alguna forma ofreciendo un buen espectáculo ya que permitió a los
pilotos ir al máximo sin mayores preocupaciones.
Con
respecto a las penalizaciones, todos sabemos que son necesarias, pero tal vez
el sistema actual podría mejorarse, un equipo que tiene problemas durante el
viernes ya recibe suficiente penalización en muchos casos al no poder realizar
su programa, confirmar data del simulador y realizar sus preparativos, luego
darles penalizaciones de 10, 15 o 20 lugares es algo bastante ridículo, siendo
que ya es lo suficientemente complicado el adelantar y conseguir puntos,
penaliza generalmente más al piloto que al equipo y tal vez una mejor opción sería
una moderada penalización como tan solo 3 o 5 lugares y quitarles puntos de
constructor para que no afecte a lo que sucede en pista, si encima de todo esto
se les fuerza a hacer una parada de 5 segundos o simplemente pasar por boxes,
da la impresión que la penalización se repite múltiple veces durante el fin de
semana, los equipos son los que deberían de recibir la penalización directa y
tal vez dándosela en los puntos de constructor, donde afecta al dinero y más
les duele, podría incentivar a encontrar soluciones algo más rápidas, en vez de
frustrar continuamente al piloto.
Con un
grupo estratégico y múltiples grupos que siguen simplemente acordando que no se
pueden poner de acuerdo, desgastando la paciencia del seguidor, desperdiciando
precioso tiempo que debería estar en busca de soluciones reales, la fórmula 1
sigue dando tumbos sin saber qué hacer; El paso a las nuevas tecnologías es muy
aplaudido y una excelente plataforma para los equipos, para atraer interés,
renovarse a sí misma y darse nuevos retos, que de alguna forma están en línea
con un deporte que quiere siempre estar al frente de todos, pero después de
casi año y medio de esta nueva aventura, mucho se puede resumir como fórmula de
eficiencia, los bólidos y pilotos deben de realizar su trabajo de la forma más eficiente
y esto significa en la gran mayoría de los casos que se debe extraer máximas
prestaciones del paquete total sin pasarse de ciertos límites, lo que de alguna
forma no permite que se explore de forma excesiva fuera de un pre determinado número
de parámetros, es decir que todo está creado de forma que si se sobre pasa el límite
de alguno de esos componentes en la cadena, este comenzaría a trabajar de forma
menos eficiente y afecta a otros, no quiere decir que se maneje menos rápido,
sino que la compleja tecnología que usan estos modernos bólidos, trabajan mejor
cuando todos sus componentes son empujados en una cierta forma, todos al 100
por ciento, pero desde afuera pareciera que siempre van con reserva.
Varios
pilotos comparan esta nueva forma de manejo como que no es tanto en empuje por
parte del piloto, pero ir acariciando gentilmente a su bestia para llevarla
hasta donde debe ir sin arrebatos y luego mantenerla, mientras la fórmula 1
contempla un cambio considerable para 2017, tal vez sería hora que todos estos
grupos que no están haciendo nada y llevan consiguiendo menos, desde hace mucho
tiempo, realmente pongan ese precioso poderío cerebral en darle a la fórmula 1
un empuje real, definitivo, a recuperar su lugar en la cima de los deportes
motor, pero tal vez es demasiado pedir a gente que solo se queja frente a las
cámaras y luego no da una verdadera sugerencia sin crear otros problemas, tal vez si es
verdad que de una vez por todas, la f1 no puede escucharse a sí misma, la FIA
de unas direcciones y que cada uno lo haga a su manera.