Desde que se
anunció su paso a Red Bull, Ricciardo que ya de por si sonreía por naturaleza,
encontraba más razones para sonreír aún más, paso tiempo bajo la tutela de
Webber quien le preparo para el momento en que debiera moverse a un equipo
grande, la velocidad del australiano era evidente y era solo una cuestión de
tiempo a que esa oportunidad apareciera.
Comenzando desde
las pruebas, los tiempos daban la razón al equipo en su promoción, en pista una
vez que comenzó el campeonato, tampoco defraudo, mostrando ser generalmente más
rápido y consistente que su compañero, el cuatro veces campeón del mundo
Sebastian Vettel, pero tal vez las cosas no son tan así como parecen.
Nadie puede dudar
del talento de Vettel, tener el mejor auto es lo que todos los pilotos aspiran
a tener, pero el tenerlo también pone el listón más alto, no hay excusas para
no ganar y eso es lo que hizo el joven alemán, se le dio la maquina capaz de
conseguir esos campeonatos y él se encargó de hacerlo en pista, por más
aburridas que a veces parecieran sus victorias, no fallo en ningún momento y consiguió
los objetivos propios y del equipo, poco se le puede reclamar en ese punto de
vista, pero también hay que analizar un poco su estilo de manejo, Vettel es un
piloto que se acostumbró a leer los neumáticos de forma ejemplar, fue posiblemente el único que siempre estuvo
sobre la lectura de estos y supo adaptarse a esos requerimientos, pero eso fue
ayudado en cierta forma por un coche de Red Bull que le permitió concentrarse
en esos detalles.
Ricciardo mostro
velocidad en esta pasada temporada, por momentos dio que hablar y era
inevitable que se le promocionara, el joven australiano está acostumbrado a
manejar un coche que nunca tuvo la estabilidad del Red Bull, un coche que se movía
por naturaleza, carecía del empuje y debía ser domado más que guiado, ahí
posiblemente estén las respuestas sobre lo que estamos viendo en esta temporada
2014, Vettel nunca, o por lo menos lleva 4 temporadas, manejando un coche que está
siempre bien plantado en pista casi al punto de estar pegado, haciendo las
labores del piloto mucho más sencillas, no más fáciles pero si más sencillas,
ahora se encuentra con un coche que baila más, se mueve, no tiene la misma
estabilidad y esto le quita de trabajar de su forma habitual, ya no posee esa
estabilidad que le permitía leer los neumáticos de una forma más rápida y se
encuentra con un coche que le demanda más atención y no le permite explotar sus
habilidades como lo solía hacer, una vez que consiga adaptarse a estas nuevas
demandas, posiblemente se muestre más tranquilo y las cosas vuelvan un poco a
su curso, Ricciardo solo debe de seguir adaptándose y haciendo lo que viene
haciendo desde el principio, de momento goza con ciertas ventajas , así como
las ganas de ganar que su compañero con más experiencia de momento no necesita
sacar hasta que el coche llegue a donde él lo desee, dos pilotos distintos que
poseen gran talento, al igual que Ricciardo , Vettel proviene del equipo junior
y demostró en él, que tenía el talento, sacando por momentos más de lo posible,
esto no quiere decir que Vettel ya no sea bueno o que Ricciardo es mejor, son
circunstancias distintas y ambos vienen de situaciones diferentes, es evidente
que ahí hay mucho de la adaptación a esta nueva fórmula.
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