martes, 13 de enero de 2015

La simulacion



Cuando Jacques  Villeneuve arribo a la f1 en 1996, sorprendió a muchos de los miembros del equipo Williams al declarar que mucha de su familiarización con los circuitos del calendario la había realizado por medio de juegos de video y pc, el concepto ya tenía algunos ingenieros que estudiaban las posibilidades, pero que aun creían que la tecnología no estaba lo suficientemente desarrollada como para realizar un trabajo aceptable en otras áreas para aplicarla a la f1, el potencial era evidente, aunque el foco estaba centrado en la simulación de aviación como la posible base .

Durante la siguiente década la tecnología evolucionaba rápidamente, en un principio se desarrollaron los programas y aplicaciones básicas, por medio de plataformas fijas, los resultados no eran mayormente importantes para los equipos, pero era un paso en busca a soluciones, las asociaciones con empresas de software y equipamiento de computación se hizo más íntimo, el problema principal se centraba en reproducir las fuerzas sin dar al piloto mensajes confusos, al igual que con los avances en CFD, se necesitaba que la tecnología madurara y que el coste lo hiciera viable.

Con la ayuda de muchas empresas que tenían programas de simulación aérea y que empleaban plataformas que pueden ofrecer seis grados de movimiento, los equipos formaron alianzas que rápidamente movieron la tecnología, refinaron sus funciones; Con los recortes en pruebas, tiempo en pista, era evidente que la simulación tomaría un papel más importante y en poco tiempo casi todos los equipos poseían programas de simulación que permitían de alguna forma recuperar el tiempo perdido en pista.

Para principios del siglo XXI, los continuos avances , hacían los procesadores más potentes, capaces y pequeños, algo que tenía un impacto en los requerimientos de espacio y como crear estos simuladores, las plataformas se veían también beneficiadas en los avances para dar respuestas de reacción que cada vez se acercaban más a lo que los equipos precisaban para simular la realidad, los proyectos no eran baratos pero los beneficios justificaban el desarrollo de los mismos, incluso hoy es un proceso que sigue avanzando, tanto fabricantes como equipos, reconocen que los simuladores no son exactos, aun incapaces de reproducir todas las fuerzas y mensajes que un coche real pueda dar al piloto para realizar su trabajo, pero las distancias van disminuyendo y mucha de las faltas son sustituidas por efectos de percepción que hacen que el piloto genere una cierta imagen propia, que acorta distancias entre simulación y realidad.

Entre muchos de los trucos que los simuladores usan está el enviar mensajes al piloto para que este asuma que movimientos están ocurriendo, inicialmente moviéndose de forma que el piloto percibe aceleración y luego utilizando ligeros movimientos que hacen que el cerebro interprete como fuerzas sobre el cuerpo y el coche, a su vez ligeros movimientos verticales simulan el viajar sobre la pista , estos aumentando en frecuencia a medida que la velocidad va incrementando, el sonido ayuda en la inmersión e interpretación del piloto así como las fuerzas que el piloto recibe por el volante, básicamente estimulando los sentidos  para generar la ilusión, las plataformas se mueven en tres direcciones de forma ligera para así recrear la sensación de las curvas o chicanas, frenado, durante todo este proceso la data del coche en pista y el piloto ayudan a calibrar los movimientos de forma que se asemejen a la realidad, algo que en los simuladores que se exponen al público no necesitan, ya que el público general no tiene sus sentidos tan agudizados como un piloto.

En tiempos recientes, trabajos más específicos se consiguen con estudios que tratan de focalizar los mensajes que el cerebro precisa y como los procesa, nuevos avances en sensores ayudan a dar una imagen más completa, los programas de software que se utilizan incorporan también actuadores de presión en el asiento y sensores de tensión que actúan sobre los cinturones que le envían mensajes al piloto de lo que está ocurriendo, los coches a través de su data introducen la vibración de acuerdo a la data de cada circuito así como los fabricantes de neumáticos aportan la data necesaria para complementar la que poseen los equipos.

Al igual que el coche real, el simulador está continuamente en un estado de desarrollo, de evolución, con cada nuevo paso de la tecnología, se da un nuevo paso en sus capacidades, los simuladores poseen limites en el trabajo que pueden reproducir, pero dan una plataforma que puede repetir las mismas exactas condiciones (aunque no sean las reales) desde donde los equipos pueden realizar muchas comparaciones, hoy día los simuladores son en gran parte diseñados por los equipos al cual integran todos sus sistemas de manera muy personal, generalmente mucho trabajo se debe de realizar en el feedback de la dirección que en la mayoría de los casos es casi de un 100%, a pesar de los gastos que requieren y de mantenimiento, son una herramienta fundamental en el trabajo que todo el equipo puede realizar, es una muy buena opción al trasladar a un grupo de mecánicos e ingenieros a un circuito donde las condiciones son variables, estando fuera del control de los equipos, no es una solución perfecta pero hay poco que pueda negar las ventajas que aportan a un deporte que está en continua búsqueda por nuevas tecnologías y es insaciable en cuanto a información.

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