lunes, 5 de enero de 2015

La Formula descontrolada



Para fines de los años 90, los equipos venían mencionando que el gasto estaba en aumento, en su momento no parecía generar gran alarma, existía un numero saludable de auspiciantes e inversores, pero era evidente que un deporte que ya era caro, estaba con rumbo a descontrolarse en su gasto.

Al arribo del año 2000, los costes ya eran excesivos , poco justificables, pero no existía reacción alguna, no parecía haber interés en enfrentar la situación, dos años más tarde la situación seguía agudizándose, la FIA tomo la iniciativa en convocar a los equipos a dialogar sobre la situación con poco éxito, ante la continua poca iniciativa de los equipos, fue la FIA quien debió tomar cartas en el asunto, sus estudios indicaban que se debía actuar antes que fuera demasiado tarde y el impacto ahuyentara a los inversores o fabricantes, con esa visión en mente, durante la temporada de 2003 se introdujeron cambios, prohibiendo coches de clasificación, controlando el desarrollo de motores y varios otros componentes.

Los cambios fueron resistidos por varios, pero con la llegada de la crisis económica de 2008, el peor escenario imaginado por la FIA se hizo realidad,  a la vez, la FIA se encontraba que por medio de regulaciones les sería imposible controlar la situación, pero ante la continua falta de acuerdo por parte de los equipos, no tenía otra opción que seguir introduciendo regulaciones, a pesar que de antemano ya se sabía que servirían de poco, la crisis rápidamente ahuyento inversores, los equipos rápidamente sintieron el impacto y los más pequeños serian golpeados más duramente, era hora de introducir un techo de gastos.

Por más que los equipos proclamaban su voluntad por dialogar y encontrar soluciones, todos lo hacían con un ojo en sus propias agendas y el deporte en conjunto no era contemplado como objetivo general, la FIA nuevamente debió imponer regulaciones para tratar de controlar la situación, pero se creía que de introducirse de forma adecuada con cooperación, haría que todos tuvieran una situación financiera viable, inmediatamente recibiendo resistencia desde los equipos más grandes, poco después se realizó un estudio para crear una fórmula de cómo aplicarlo, algo que contó con la contribución de los equipos, aparte de expertos financieros externos, la conclusión en ese momento era de que sería totalmente aplicable, para fines de la temporada, los equipos habían decidido que no querían que nadie mirara dentro de sus finanzas, para los equipos grandes es más sencillo el competir contra dos o tres equipos, que contra toda una grilla que estaría de alguna forma con las mismas posibilidades.

Como siempre sucede, los equipos grandes comenzaron su propia campaña que parecía desviar la atención del verdadero problema, argumentando el porcentaje que recibían desde CVC como el gran culpable, el acuerdo Concorde había vencido en diciembre de 2007 y ahora los equipos veían una oportunidad para re negociar, el mismo necesitaba de la firma de la FIA, pero CVC decidió que los acuerdos financieros eran entre los equipos y CVC , para la FIA dentro de sus deberes, estaba no solo la seguridad y organización, pero el ser justo con los competidores o quienes formaban parte de todo, los meses pasaban sin ver un acuerdo, propuestas para 2009 no llegaban a ningún sitio tampoco, no pasaría mucho tiempo antes de que la política complicara mucho más la situación y cinco años después el deporte sigue sin querer enfrentar una situación que cada día parece más desesperante para muchos, una extensión del acuerdo se firmó en 2009 y un nuevo Concorde se firmaría en 2013, pero las soluciones a los problemas siguen sin llegar.    

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