miércoles, 10 de diciembre de 2014

Coches y carreras



Tan pronto como los coches comenzaron a hacerse populares con el convencimiento de posibilidades de progreso sin límites, comenzó la necesidad de ponerse a prueba entre pilotos, maquinas, marcas y nacionalidades que fabricaban las fenomenales invenciones, el 11 de Junio de 1895 se organizaba un evento desde Versalles, el mismo era alcanzar a Bourdeaux y volver a Versalles, cubriendo una distancia de 1178 kms, en caminos que difícilmente eran aptos para una competencia de esta magnitud, con maquinaria que si bien era muy posible que cubriera la distancia, encontraría serias dificultades, el medio en el que debían desarrollar tal proeza era hostil para los aun frágiles coches, polvo, piedras eran tan solo algunas de esas dificultades, los coches mecánicamente eran capaces de realizar ese viaje, pero llevarlos a un ritmo acelerado ya era demasiado pedir, pretender que hicieran una carrera, era para muchos, una receta para el desastre.

Los políticos en aquel entonces en muchos casos eran gente de dinero, poseedores de fábricas, gente de un nivel social alto y esto les ponía en directo contacto, directo o indirecto, con aquellos que estaban impulsando estas nuevas formas de progreso, la competencia era una forma natural de realizar las cosas, pero también tenían un punto político, el tiempo en que estas máquinas cubrirían esa distancia, harían el trabajo de convencer a todos de que este era el camino a seguir, Emile Levassor a bordo de un Panhard de 4 bhp, a una velocidad apenas por encima de los 23 Kph, completo el evento sin ayuda en 48 horas y 47 minutos, todo un triunfo en lo deportivo pero también marcando un gran punto en lo político, el coche marcaría el camino del futuro, conectando regiones, ciudades y villas en tiempos solo soñados.

Evidentemente que los primeros tiempos de los coches, eran dirigidos a los apoderados, pero rápidamente se demostró de la utilidad del nuevo medio de transporte, el argumento estaba firmemente centrado en el transporte de pasajeros y mercancía, pero evidentemente rápidamente comenzó a aparecer una competencia por quien lo podía hacer más rápido, en menor tiempo, haciendo que todo comenzara a progresar rápidamente, el deporte era una de las formas más simples e ideales de impulsar este medio, los organizadores ideaban grandes recorridos, en 1898, un evento conectaban Paris con Amsterdam y pronto, al comienzo del nuevo siglo aparecería la Gordon Bennet.

Este nuevo tipo de eventos tenia repercusiones en numerosos niveles, cada nación seleccionaba un equipo de coches que les representaría, cada una estaría identificada por colores y en sus primeras versiones, el rojo representaba a Estados Unidos, Italia aún no se había unido al listad, en 1901 se hacían las primeras descripciones de lo que la gente reconocía como máquinas de velocidad, especialmente adaptadas dentro de la limitación de la época, anteriormente los coches eran considerados, simplemente coches, los grandes eventos seguían apareciendo como el medio ideal de promocionar cada marca, cada país, Paris-Berlin, Paris-Viena, los coches avanzaban a gran velocidad, 80bhp, capaces de conseguir superar los 120 kph, los caminos seguían siendo los mismos, pero el aumento de las velocidades y potencias introducían riesgos y los pilotos comenzaban a ser considerados grandes héroes, las hazañas también introducían algunas tragedias, los accidentes parecían comenzar a aumentar, pero los triunfos eran rápidamente explotados por los poderes políticos.

En 1903 se organizaría un evento de enormes proporciones, Paris-Madrid, más de 200 coches se hicieron presentes, más de cincuenta motocicletas aparecieron en Versalles para la largada a las 3 y media de la mañana, cada uno partiendo con un intervalo de tiempo, la largada se retrasaría por considerarse que aún estaba demasiado oscuro, pero el retraso seria de tan solo 15 minutos, la carrera descansaría en Bourdeaux, desde donde largarían al otro día con rumbo a Madrid, tan pronto como comenzó la carrera comenzarían los problemas, a la salida de Paris una mujer fue atropellada, poco después un hombre y un niño,  otro coche arriba entre una nube de polvo y termina atropellando a varios del público, los accidentes seguían acumulándose, los pilotos arribaban a curvas entre paredes de polvo, algunos terminando contra los árboles, casas o simplemente volcando, las cifras nunca fueron específicas, pero de los 216 coches que dejaron Paris, un número mayor  de la mitad había sido eliminado en accidentes, al llegar a Bourdeaux, los comentarios eran de los accidentes y muertos, lo que forzó a dar por finalizada la carrera.

La gente fue muy crítica de la situación creada, los políticos fueron señalados, pero los mismos parecían tener un plan de respaldo,  las carreras de pueblo a pueblo, de ciudad a ciudad, eran peligrosas, siendo imposible controlarlas, se debían de buscar formas para cerrar esos caminos por la duración de los eventos para asegurar al público y los pilotos, las carreras eran necesarias para mejorar las máquinas y de esa necesidad salió el comenzar a crear circuitos.

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