Con dos
eventos a sus espaldas, en Sebring y Riverside, el gran premio Americano se
encontraba en busca de un hogar estable, ambos previos grandes premios no convencían
como parte del campeonato, Riverside estaba situado en torno a un área muy
involucrada en los coches deportivos, con la cultura de Hot Rods teniendo gran
parte del protagonismo y a pesar de que
los pilotos gustaban del circuito de Riverside, su trazado recibía la
aprobación general de los pilotos pero no generaba demasiado entusiasmo, el
evento parecía carecer de ambiente,
existían dificultades en poder identificarlo con un gran premio, Sebring
por su naturaleza parecía sufrir del mismo sentimiento, se le consideraba muy
apto para las carreras de resistencia y coches deportivos, pero nuevamente no
generaba el suficiente entusiasmo o sensación que se buscaba en un gran premio,
para 1961 se pensaba en Daytona, muchos
pensando que no era la solución ideal, por su parte, mucha de la fórmula 1
consideraba que el territorio Americano era capaz de conseguir un lugar más
adecuado, con un trazado que hiciera justicia al deporte, de alguna forma también
existía la idea de que el territorio era lo suficientemente grande como para organizar
dos grandes premios, pero deberían de ser en los sitios adecuados, la costa
este era el principal objetivo para muchos al menos para comenzar a establecer
al deporte de manera estable, luego que los intentos con Daytona fracasaran,
Cameron Argetsinger, propietario de Watkins Glen, propondría su circuito, después
del gran premio de 1961, quedo claro que
se había encontrado el sitio ideal, al menos por el momento.
El
suceso del denominado tercer gran premio de los Estados Unidos, cemento al
circuito en el calendario, donde la f1 estaría presente hasta 1980, en octubre
de 1961 el tiempo era el ideal a pesar de que ya se comenzaba a sentir la
cercanía del frio, el color de los arboles le anunciaban, así como le daban una
apariencia más acorde con lo que la fórmula 1 buscaba, la pintoresca zona del lago Seneca en New
York demostró ser un sitio agradable para los pilotos, sus equipos y los más de
60 mil espectadores que se hicieron presente.
El
trazado del circuito era considerado demandante a pesar de su corto recorrido,
con cambios de nivel, las eses poco después de la largada y curvas rápidas, Argetsinger
llevaba tiempo organizando eventos del SCCA, comenzando con un trazado largo de
10 kms que atravesaba la ciudad, para los 50s el circuito se reduciría a 7 kms
y poco tiempo después los planes para darle su conocida forma se pusieron en marcha, con la organización de
diversos eventos en varias categorías, el circuito de Watkins Glen se hacía de
un nombre para fines de la década, el sueño de lograr ser el hogar de la
fórmula 1 en suelo americano estaba muy cerca, su oportunidad llego en octubre
de 1961, el circuito recibió la aprobación de pilotos, equipos y espectadores,
el ambiente relajado de la fórmula 1 se sintió identificada con el lugar y su
ambiente, el éxito de ese primer gran premio le aseguro una permanencia en el
calendario por los siguientes 20 años.
Luego
de 1970, se pusieron en marcha planes para extender el circuito, se tenía previsto
el organizar las seis horas de Watkins Glen, algo que ya había ocurrido
previamente pero también dejado en evidencia la necesidad de extender su
trazado, los pits se cambiaban a una nueva zona de pits en la recta previa con
la nueva “ Boot” extendiendo el recorrido total de 3.78 kms a 5.4 kms, en 1975
una rápida chicana fue agregada y este sería el trazado que prácticamente sería
utilizado hasta el último gran premio realizado en 1980 donde el Williams de
Alan Jones seria el triunfador, diversos problemas así como una preocupación
por la seguridad pusieron punto final al circuito como huésped de la formula 1.
Desde
entonces, la fórmula 1 ha luchado por conseguir un hogar estable en suelo
americano, por un tiempo los circuitos callejeros parecieron tomar control del
evento, Long Beach trato de establecerse como el gran premio de la costa oeste,
le seguirían incomprensibles experimentos en circuitos que rara vez demostraban
ser ideales, Las Vegas, Detroit, eran ante todo vistos como soluciones pasajeras
mientras se buscaban sitios ideales, muchos demandando el usar un circuito y no
seguir recurriendo a girar en ciudades, continuos esfuerzos se vieron limitados
por la falta de visión o querer realizar las cosas de manera acorde, asegurando
que los eventos nunca lograran asentarse, a pesar de todo y con nuevos
circuitos como el de Austin en el presente, la fórmula 1 nunca logró capturar
las mismas sensaciones que Watkins Glen consiguió durante su reinado como el
circuito de fórmula 1 que realmente ofreció ser un hogar para el deporte.
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