lunes, 19 de octubre de 2015

La f1 busca hogar en los Estados Unidos



Con dos eventos a sus espaldas, en Sebring y Riverside, el gran premio Americano se encontraba en busca de un hogar estable, ambos previos grandes premios no convencían como parte del campeonato, Riverside estaba situado en torno a un área muy involucrada en los coches deportivos, con la cultura de Hot Rods teniendo gran parte del protagonismo  y a pesar de que los pilotos gustaban del circuito de Riverside, su trazado recibía la aprobación general de los pilotos pero no generaba demasiado entusiasmo, el evento parecía carecer de ambiente,  existían dificultades en poder identificarlo con un gran premio, Sebring por su naturaleza parecía sufrir del mismo sentimiento, se le consideraba muy apto para las carreras de resistencia y coches deportivos, pero nuevamente no generaba el suficiente entusiasmo o sensación que se buscaba en un gran premio,  para 1961 se pensaba en Daytona, muchos pensando que no era la solución ideal, por su parte, mucha de la fórmula 1 consideraba que el territorio Americano era capaz de conseguir un lugar más adecuado, con un trazado que hiciera justicia al deporte, de alguna forma también existía la idea de que el territorio era lo suficientemente grande como para organizar dos grandes premios, pero deberían de ser en los sitios adecuados, la costa este era el principal objetivo para muchos al menos para comenzar a establecer al deporte de manera estable, luego que los intentos con Daytona fracasaran, Cameron Argetsinger, propietario de Watkins Glen, propondría su circuito, después  del gran premio de 1961, quedo claro que se había encontrado el sitio ideal, al menos por el momento.

El suceso del denominado tercer gran premio de los Estados Unidos, cemento al circuito en el calendario, donde la f1 estaría presente hasta 1980, en octubre de 1961 el tiempo era el ideal a pesar de que ya se comenzaba a sentir la cercanía del frio, el color de los arboles le anunciaban, así como le daban una apariencia más acorde con lo que la fórmula 1 buscaba,  la pintoresca zona del lago Seneca en New York demostró ser un sitio agradable para los pilotos, sus equipos y los más de 60 mil espectadores que se hicieron presente.

El trazado del circuito era considerado demandante a pesar de su corto recorrido, con cambios de nivel, las eses poco después de la largada y curvas rápidas, Argetsinger llevaba tiempo organizando eventos del SCCA, comenzando con un trazado largo de 10 kms que atravesaba la ciudad, para los 50s el circuito se reduciría a 7 kms y poco tiempo después los planes para darle su conocida forma  se pusieron en marcha, con la organización de diversos eventos en varias categorías, el circuito de Watkins Glen se hacía de un nombre para fines de la década, el sueño de lograr ser el hogar de la fórmula 1 en suelo americano estaba muy cerca, su oportunidad llego en octubre de 1961, el circuito recibió la aprobación de pilotos, equipos y espectadores, el ambiente relajado de la fórmula 1 se sintió identificada con el lugar y su ambiente, el éxito de ese primer gran premio le aseguro una permanencia en el calendario por los siguientes 20 años.

Luego de 1970, se pusieron en marcha planes para extender el circuito, se tenía previsto el organizar las seis horas de Watkins Glen, algo que ya había ocurrido previamente pero también dejado en evidencia la necesidad de extender su trazado, los pits se cambiaban a una nueva zona de pits en la recta previa con la nueva “ Boot” extendiendo el recorrido total de 3.78 kms a 5.4 kms, en 1975 una rápida chicana fue agregada y este sería el trazado que prácticamente sería utilizado hasta el último gran premio realizado en 1980 donde el Williams de Alan Jones seria el triunfador, diversos problemas así como una preocupación por la seguridad pusieron punto final al circuito como huésped de la formula 1.

Desde entonces, la fórmula 1 ha luchado por conseguir un hogar estable en suelo americano, por un tiempo los circuitos callejeros parecieron tomar control del evento, Long Beach trato de establecerse como el gran premio de la costa oeste, le seguirían incomprensibles experimentos en circuitos que rara vez demostraban ser ideales, Las Vegas, Detroit, eran ante todo vistos como soluciones pasajeras mientras se buscaban sitios ideales, muchos demandando el usar un circuito y no seguir recurriendo a girar en ciudades, continuos esfuerzos se vieron limitados por la falta de visión o querer realizar las cosas de manera acorde, asegurando que los eventos nunca lograran asentarse, a pesar de todo y con nuevos circuitos como el de Austin en el presente, la fórmula 1 nunca logró capturar las mismas sensaciones que Watkins Glen consiguió durante su reinado como el circuito de fórmula 1 que realmente ofreció ser un hogar para el deporte.

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