Muchas veces se
hace la pregunta de qué sucedería de la colaboración entre Ross Brawn y Adrian
Newey, Carl Haas tuvo esa oportunidad con su equipo Beatrice Lola, la
presentación fue en enero de 1985, las intenciones eran bastante grandes por
momentos en algunas de las declaraciones que se hacían, consiguieron que Alan
Jones saliera de su retiro, en principio el australiano tuvo una buena
sensación pero rápidamente se fue desplomando , en 1986 conseguiría tan solo 4
puntos.
Desde el mismo
comienzo, todo parecía seguir el camino ideal, el proyecto nacía con el
respaldo de uno de los más exitosos equipos en América, buenas conexiones,
consiguió que Alan Jones volviera al volante y por si todo esto no fuera poco,
tenían gran personal además de un patrocinador como Beatrice que ponía sobre la
mesa 80 millones a distribuir durante 5 temporadas, en lo que se refiere a personal,
el equipo estaría dirigido por Teddy Mayer y Tyler Alexander, Neil Oatley
diseñaría el coche con la ayuda de John Baldwin, en sus departamentos estaban
también Ross Brawn y Adrian Newey.
Por parte de Carl
Haas, este se hizo de pocos amigos rápidamente, cuando comenzó a perseguir
pilotos como Keke Rosberg o Nelson Piquet, en lo que muchos describían como
tácticas poco respetuosas a los equipos, sin embargo el equipo tenía en teoría
todas las de ganar, el apoyo era masivo , Ford había dado uso y respaldo
exclusivo de su nuevo motor turbo por tres temporadas a partir de 1986, sus
maniobras para conseguir motores para 1985 le llevo a varios enfrentamientos,
entre ellos con Ron Dennis, esto hizo que su debut fuera con un solo coche en
Monza 1985, el chasis THL1( Team Haas Lola 1), hacía referencia a que Haas era
el importador de Lola para norte américa , pero en realidad el chasis había
sido diseñado y construido por FORCE, una empresa que el mismo Haas había
puesto bajo la dirección de Mayer y Alexander.
Alan Jones
tendría 4 apariciones en 1985 con un total de 39 vueltas, sin conseguir
finalizar, la propaganda decía que 1986 era la campaña real, algunos ya
parecían ver la escritura en la pared, otros solo se reian, el equipo agregaba
un segundo coche para Patrick Tambay, antes de recibir el motor Ford, debieron
recurrir a Hart, un buen motor pero no con las expectativas que se tenían, como
jefe del departamento de aerodinámica, Ross Brawn debió realizar algunas
pruebas con el motor, los cálculos decían que Ford estaba bastante por detrás
de lo que había prometido, los sistemas de combustible no estaban listos y el
equipo se veía forzado a recurrir a Hart, Alan Jones podría usar el THL2 con
motor Cosworth en Imola por primera vez, claramente el motor estaba muy por
debajo de lo que era necesario, en sus mejores momentos , el coche podía estar
5 segundos fuera de ritma, Ford argumentaba que las cifras que daban los otros
equipos no eran correctas, los cálculos que presentaban, Mayer, Newey y Brawn
decían que como mínimo estaban 100 caballos por debajo, no se le podía empujar
demasiado o rompía, con Jones reportando todo tipo de sonidos cuando se le
trataba de llevar más rápido, el coche solo terminaría en 2 de las primeras 9
carreras, era la época de boost sin límite, combustibles de mezclas especiales
comenzaban a ser la norma, su departamento técnico trabajo duro, con mezclas
exóticas y ajustes, el equipo pudo hacer que se mejorara el rendimiento del
motor, algo que Ford no creía posible, de unos 700 bhp reportados hasta
entonces, los cambios lo llevaron a casi 1000 bhp, en Austria terminarían 4to y 5to, pero
evidentemente aún estaban muy lejos con Jones terminando dos vueltas por
detrás, el mismo Jones conseguiría sexta posición en Monza y poco a poco el
equipo fue perdiendo velocidad , el dinero estaba agotándose, el respaldo se
había puesto en una posición crítica, su auspiciante principal, Beatrice Foods,
estaba en negociaciones con otras empresas, pero la persona responsable de
firmar sus cheques, fue despedida y esto les dejo fuera de la contemplación de
los nuevos ejecutivos, esto ocurría a principios de 1986, Haas fue forzado a
acordar un recorte de su patrocinio, lo que le dejaría casi sin dinero para ese
1986, los esfuerzos de Haas en conseguir nuevo respaldos, llevaron a nada y
muchos le recordaron que había abierto la boca antes de tiempo en muchas
ocasiones y ahora solo encontraría puertas cerradas, su personal veía las cosas
desde dentro con más claridad que algunos directivos del equipo, cada uno fue
buscando sus soluciones, marchándose, por más que Haas siguiera pensando que se
podía rescatar, para la gran mayoría del personal, era todo demasiado claro, el
mismo Brawn entre otros reconocen que el equipo tenia potencial, el problema
estaba en su estructura y actitud en el momento de hacer las cosas, finalmente
seria su auspiciante principal quien sucumbía ante las presiones del mundo
corporativo.
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