Los
adelantamientos en pista son sujetos de acalorados debates y lo llevan siendo
desde hace demasiado tiempo, es imposible negar que en las últimas temporadas
se ha visto un cierto incremento, que en ciertas ocasiones se pueden calificar
de artificial, KERS, DRS y la contribución química de Pirelli son algunas de
las más evidentes formas de las soluciones adoptadas para un problema complejo
que generalmente se termina en recordar momentos cuando el adelantamiento era
un arte más que la formalidad que en muchos casos ocurre hoy en día.
A lo
largo del tiempo reciente se han contemplado diversas opciones, no todas dando
los resultados esperados, nuevas propuestas se siguen contemplando pero es
evidente que no hay una solución simple e incluso algunas de las empleadas en
estos momentos no son lo que generalmente se busca. La fórmula 1 nunca fue una
categoría de excesivos adelantamientos y se debe de mirar con cuidado en
ciertos pasajes de su historia, el problema comienza a ser más evidente con los
avances en la aerodinámica que poco a poco fueron dificultando, cambiando,
algunos aspectos del manejo y como lo que era un avance fue complicando otras
áreas, la aerodinámica tuvo y tiene un efecto importante en el arte del
adelantamiento.
Para
fines de los 90 pero principalmente en los 2000s, el aire sucio, turbulencia,
los neumáticos y las mejoras en sistemas de frenos entre otros aspectos, fueron
cerrando el espacio de oportunidad que un coche encontraba en su avance por la
carrera, una posibilidad que existía al alcanzar a un contrincante se fue
convirtiendo en una frustración, los adelantamientos se fueron haciendo más
difíciles, con periodos, donde las tácticas de pit stops producían mayores
cambios de posiciones, que lo que el piloto podía conseguir en pista por sus
propios medios.
Los
años 50 y 60 principalmente carecían de las ayudas aerodinámicas y la
disparidad entre la maquinaria lo hacía todo distinto, los circuitos ayudaban
de alguna forma con generalmente proporcionando rectas largas, donde esa
disparidad entre las maquinas quedaba en evidencia, la etiqueta de manejo era
distinta, con pilotos teniendo una percepción de cuándo o hasta donde podían
pelear por una posición, las consecuencias de las maniobras también estaban más
presentes, algo que con los enormes avances en la seguridad de los circuitos y
los coches, de alguna forma parecen haber sido removido de la ecuación hasta un
punto.
En
tiempos recientes, el aumento de control por medio de regulaciones o en
forzamiento de limites llevaron a reglamentos más complejos, en algunos casos
entendibles o incluso necesarios pero que crean invisibles barreras que
comienzan a comprometer el normal desarrollo de situaciones en pista, ante la
necesidad de eliminar las procesiones en las que la gran mayoría de las
carreras se habían convertido, se adoptaron decisiones que luego de un tiempo,
llevaron al uso de Kers y DRS, algo que dio resultados pero en realidad no es
una solución, la contribución de Pirelli introdujo más variedad, oportunidades,
pero de alguna forma sigue siendo algo artificial que en realidad está muy
lejos de recapturar el arte del adelantamiento como debería de ser.
Lo que
poseemos hoy en día es una formalidad más que una ejecución de un adelantamiento,
posible debido a que el coche en persecución recibe una ventaja en la forma de
una reducción de Drag que le permite adelantar al coche delante sin mucha
posibilidad de luchar por parte de la víctima, se toma como adelantamiento pero
en realidad tiene poco más que la palabra a su favor, los adelantamientos deben
ser creados por el piloto, trabajando en que puntos puede hacerlos, de qué
forma, pero sin una ayuda artificial que solo requiera que se encuentre dentro
de ciertos parámetros para convertirlo en una mera formalidad, los
adelantamientos son un arte como el de conservar neumáticos o defender que no
deberían responder a botones sino a la habilidad del piloto en generar esas
posibilidades de adelantar a un contrincante.
El
adelantamiento debería de ser siempre la forma por la cual el piloto es capaz
de usar su talento para explotar al máximo sus habilidades, extrayendo lo
máximo de si, su máquina, a la vez que utiliza para su beneficio las debilidades
del piloto, coche, que está tratando de adelantar, no necesitando ser
maquillada por ayudas externas, sencillo de decir pero en un deporte tan
complejo, tan controlado y donde los acuerdos son difíciles de conseguir, las
soluciones implementadas por lo general terminan siendo algo que no siempre
hace lo buscado sino que tratan de dar algo parecido a lo que debería ser.
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