Durante
los últimos tiempos, se escucha continuamente como el grupo estratégico está
tratando de dar forma a numerosas propuestas para intentar contribuir desde su
lado, a mejorar la imagen y competitividad del deporte, el problema es que
evidentemente el grupo estratégico habla mucho pero carece de una verdadera
estrategia.
Mucho
de lo dicho es sabido, conocido y aporta en líneas generales muy poco, en
realidad parece un grupo de ideas que apunta a reciclar viejas tácticas, como
el abastecimiento de combustible, para el tiempo que llevan dando vuelta a
ideas y supuestamente recopilando información, data y consejos, lo único que
tienen en concreto es muy poco como para justificar su existencia y convertirse
en un grupo que simplemente da vueltas en círculos sobre sí mismo, no pudiendo
ser capaz de pensar fuera de lo que generalmente nunca llega a ningún sitio,
estos grupos son más conocidos por su poca habilidad en acordar algo concreto y
en muchos de los casos son grupos políticos que tropiezan en burocracia, dando
paso a meses de nada y menos soluciones.
Aquellos
que parecen tener algo claro en todo este proceso, posiblemente sean los que
dan una respuesta o sugieren algo con sentido, la dirección y futuro del
deporte no puede quedar en manos de la gente que compite directamente en el,
hay demasiados intereses creados, cada uno entra a discutir con agendas muy
particulares y de ahí poca solución puede salir, a no ser el admitir que
acordaron no ponerse de acuerdo, el grupo estratégico es una muestra clara de cómo
el deporte carece de liderato o como simplemente ignora, necesita, de una
estructura que realmente tome decisiones.
Los
organismos superiores del deporte son los que deben de imponer una serie de
regulaciones, límites y presentarlo a los equipos, quien quiera competir debe
acordar esos requerimientos y cada equipo, fabricante o empresa inversora,
asociada o no directamente, debe dar su aprobación, si se espera a que los
equipos encuentren un tema principal de acuerdo o decidan por un rumbo a
seguir, el deporte seguirá a la deriva sin ofrecer la más mínima opción a
recuperar el papel que desea poseer, prestigio y el apoyo de seguidores.
En las últimas
semanas se empieza a hablar con más certeza del abastecimiento de combustible y
customer cars, en ambos casos es algo que difícilmente se puede catalogar como
una estrategia y es simplemente algo a contemplar como posibles soluciones a
corto plazo, el deporte en su totalidad, no puede concluir que estas
sugerencias son su estrategia, urgentemente hay una necesidad de plantearse un
plan a corto, mediano y largo plazo, debido a la complejidad técnica,
tecnológica, que el deporte posee por sí mismo, pero como es evidente, se
prefiere ignorar los verdaderos problemas, se deciden cosas que pueden ayudar,
pero en realidad no resuelven nada, la f1 está estancada en un sistema
anticuado en muchos niveles y por momentos no parece saber cómo controlarse,
dirigirse u ofrecer nuevas opciones, sus problemas alcanzan todas sus
estructuras, pero quedan muy evidentemente expuestos en su forma de alcanzar a
los fans o realmente explotar su producto en el mundo actual de una forma
eficaz más en línea con la tecnología que emplea, posee un producto capaz de
enorme impacto a nivel global, que debería ser la arena óptima para muchas
empresas e inversores, como lo fue por mucho tiempo, pero parece que a nadie le
preocupa demasiado el saber ¿porque, auspiciantes, fabricantes o fans, no le
consideran el producto, medio ideal?
El
distanciamiento con los fans y que empresas no le consideren un medio de
prioridad, deberían de ser razones suficientes para intentar buscar soluciones,
de forma típica, la f1 reacciona creando grupos y sigue agigantando sus
laberintos burocráticos, políticos, en muchos casos metiéndose en callejones
sin salida o posiblemente no haciéndose las preguntas correctas.
Un
grupo estratégico tiene una simple misión, es delinear un plan a seguir para
obtener unos ciertos objetivos, es evidente que el delinear ese plan y
conseguir esos objetivos no son tarea sencilla, pero es una tarea que pone en
frente a aquellas partes involucradas, de la ruta a seguir y cada uno debe
decidir que quiere hacer desde su punto de vista, seguir dando vuelta en
círculos con un grupo de personas que rara vez se ponen de acuerdo en algo o
deciden algo que realmente tiene alguna repercusión sobre los verdaderos
problemas, no es más que engañarse a sí mismo, la fórmula 1 tiene un serio problema
desde hace tiempo, no sabe que es o carece de una identidad definida aparte de
su nombre, no parece saber hacia dónde quiere ir y sigue haciendo complejo,
aspectos del deporte que necesitan ser simplificados, al menos lo que está de
cara a los fans y espectadores, debe recibir una buena dosis de simplificación
para hacerlo entretenido, fácil de captar y que esté al alcance de los
seguidores más casuales, los cuales llevan tiempo sintiéndose cada más aislados
con la complejidad de reglas que resultan en carreras que rara vez reflejan a
la vista lo que realmente está sucediendo sobre el asfalto.