lunes, 14 de septiembre de 2015

Combustibles y lubricantes



Durante el transcurso del fin de semana de un gran premio, los equipos y sus asociados en el departamento de combustibles y lubricación, están en continua comunicación y control de los productos empleados, un laboratorio les acompaña para poder realizar pruebas en todo momento, estas pruebas se preocupan por controlar la eficiencia y trabajo de sus productos, a la vez que buscan posibles problemas o soluciones, contaminación e incluso detectar alguna posible mal función que podría llevar a problemas en el funcionamiento del coche, las regulaciones imponen una estricta  medida de control sobre la legalidad de los combustibles y lubricantes empleados, por lo que estos laboratorios sobre ruedas cumplen una función muy importante.

A lo largo de un fin de semana, los ingenieros que trabajan en estos laboratorios analizan más de 30 muestras, a la vez que el organismo técnico de la FIA puede solicitar en cualquier momento, muestras para su propio análisis, las muestras son colocadas en sistemas de destilación que se encarga de descomponer o separar al combustible en sus diversos componentes químicos, que forman una especie de huella particular a cada muestra, una comparación con la muestra original debe mostrar que está dentro de los parámetros que posee la FIA, indicando que el combustible o lubricante es legal, durante los análisis las muestras son sometidas a distintas pruebas para detectar algún tipo de variación, contaminante o partícula que podría alterar la huella en relación con la muestra base, cualquier tipo de variación por pequeña que sea o a pesar de estar dentro de las tolerancias, es analizada al detalle para saber su procedencia o como llego a ese estado, algo que en el proceso también podría indicar un posible problema en los sistemas del coche.

Un ejemplo claro es cuando los mecánicos trabajan con varios componentes y por un descuido mínimo, se introduce un agente, que a pesar de ser legal no debería estar en ciertas zonas o fluidos, una pequeña cantidad de grasa en los guantes de un mecánico,  casi invisible a la vista, podría fácilmente contaminar o introducirse en un área donde no debería estar presente, creando la posible situación de descalificación, de ahí que los equipos están continuamente enviando muestras a sus laboratorios y se trata de mantener continuo control, cuando se trabaja en determinadas zonas del coche, una diminuta cantidad de grasa que entra al sistema de combustible, puede significar  a la vez, una enorme pérdida de tiempo al deber de limpiarse todo el sistema como prevención de una posible multa o descalificación, en general los controles más estrictos están en el combustible.

Los lubricantes por su parte también son controlados y analizados de forma constante, a pesar de que los requerimientos de regulación son menos estrictos en este apartado, para los equipos es de vital importancia, ya que los análisis de esos lubricantes pueden ayudar a identificar posibles problemas, los aceites son generalmente quemados por medio de una corriente eléctrica enviada por medio de una barra de grafito, mientras el aceite comienza a arder, los distintos componentes presentes en el aceite se queman a distintas temperaturas, permitiendo que por sistemas ópticos se cree una impresión que permite ver con claridad la consistencia del lubricante, así como la presencia de agentes ajenos a la mezcla, lo que podría indicar algún problema en el motor, a través del tiempo se construye una librería de resultados que ayudan a predecir la vida de los componentes internos y la presencia de ciertas partículas a medida que las unidades van acumulando uso, el punto crítico del fin de semana es generalmente entre la última practica y la clasificación, es durante este tiempo que el equipo y el proveedor de combustible y lubricantes, tienen una última oportunidad de anticipar problemas, realizar algún cambio que no les signifique multas, pérdidas de tiempo no contempladas o descalificación.

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