lunes, 9 de febrero de 2015

En peligro de extinction



Hacia mediados de 1996 existían movimientos políticos en las sombras, uno más de los numerosos que aumentaban con el paso del tiempo, era inevitable que las diversas maniobras políticas estuvieran presentes ante un deporte que crecía en exposición y atraía numerosos intereses, los derechos de comercialización cambiaban de mano, en este caso sería un movimiento que en principio parecía lógico pero al poco tiempo comenzó a crear dolores de cabezas a muchos.

La fórmula 1 a pesar de ser un campeonato mundial , compitiendo en diversos países con pilotos de diversas nacionalidades que conducían coches con representación de firmas e inversores de muchos sitios, seguía siendo en esencia un deporte de base europea, una mirada al calendario de aquel entonces y fácilmente se puede hacer relación con circuitos clásicos, que estuvieron presentes en muchos casos desde el principio de la fórmula 1 moderna, la popularidad de pilotos les llevo a otros lugares donde rápidamente formaron raíz, todo parecía muy bien balanceado, la fórmula 1 competía sobre las arenas con significancia en su historia, además de integrar de tiempo en tiempo nuevos lugares sin tratar de desvirtuar un calendario que emanaba la historia en la que se había forjado.

Para el fanático y espectador casual hay cosas que simplemente están conectadas, los coches a pesar de sus cambios en forma y nombre, seguían compitiendo sobre muchos de los circuitos grabados en la memoria a pesar que algunos  se han modernizado a las demandas de la formula actual, de las 16 carreras que se disputaban el campeonato en aquel entonces, 11 eran en suelo europeo, Alemania e Italia poseían dos cada uno, Hockenheim y Nurburgring  en suelo alemán, con Monza y San Marino en el territorio italiano, tres circuitos de estos  poseían una fuerte vinculación con la historia del deporte, a estos se les unía Francia, Estoril, Silverstone, Spa, Hungria, España y Monaco, algunos ciertamente clásicos con otros que se habían creado su lugar en el calendario, fuera del suelo Europeo se competía en Argentina, Brasil, Australia, Canada y Japon, si se hace una comparativa con el calendario a través del tiempo, se puede apreciar una buena consistencia y en general los participantes no veían necesidad de grandes cambios, con la excepción de los Estados Unidos, un mercado que había salido del calendario varios años antes y que prácticamente desde que abandono Watkins Glen se vio con problemas en encontrar un hogar digno, aun así era un lugar comercial muy importante, eventualmente volvería al calendario no sin continuar con problemas.

La realidad de la situación mundial a fines de los 90s dictaba que habían mercados emergentes que comenzaban a pretender un lugar y poseían el apoyo político de aquellos con el poder de decisión además del dinero para crear nuevas facilidades, se dio el paso a estos nuevos lugares con el atractivo de recaudar más para los equipos y rápidamente se comenzaron a crear obras faraónicas que parecían preocuparse poco por la arena donde se desarrollaba el espectáculo y ponían su foco en otros sitios, lo que parecía ser una buena maniobra paso a ser el calvario de otros, los circuitos clásicos envejecían sí, pero aun poseían el tractivo, pero antes las demandas que seguían en aumento en modificarse a los nuevos estándares, empezaron a verse en dificultad, el cambio de directivas y quien controlaba las decisiones, les quito mucho de la base desde donde conseguían sus ingresos, se les comenzó a estrangular lentamente forzándoles a modificaciones con poco sentido, desfigurando sus líneas para poder acomodar unas facilidades, que en la mayoría de los casos solo son usadas de forma total una vez al año y requieren de un mantenimiento desproporcionado, las demandas de seguridad eran bienvenidas pero se usaron de excusa para presionarles y estos poco podían hacer ante los millonarios de Asia o del medio Este.

Circuitos como Imola, recibieron demandas que le forzaron a gastar para ponerse al día, recibiendo su aprobación y luego dejada de lado, Francia se mostró inflexible ante demandas de crear una enorme nueva obra faraónica y esto la dejo fuera del calendario, las notorias peleas por Silverstone son otra evidencia, el millonario Dietrich Mateschitz pudo rescatar Austria, pero es evidente que no todos los circuitos reciben tales ayudas, lo que les deja siempre en desventaja ante un organismo político que parece tener muy poca lealtad a una parte vital del ADN de la fórmula 1, las carreras según ellos se pueden realizar en cualquier sitio, cuando sería mejor decir que se hacen donde ponen más dinero en la mesa.

Los equipos reconocieron varios de estos errores, pero poco pueden hacer más que comentarlo, pero hoy en día cuando se habla de recapturar fans, de brindarles un nuevo atractivo que les traiga de nuevo, se podría hacer mucho bien, haciéndolo con sentido, nadie pide que se vuelva a épocas pasadas ni que se corra solo en los circuitos clásicos, pero si que se obtenga un balance que no deje a las históricas arenas donde se hizo historia de lado, bienvenida sean los nuevos países y sus circuitos, pero que no sea a coste de borrar la historia, no se debe amenazar con que la fórmula 1 no necesita carreras en suelo europeo o seguir amenazando a Monza, es evidente que no todos pueden tener un lugar en el calendario porque la fórmula 1 utilizo numerosos circuitos en su historia y esto se acepta, el dinero manda y se le dio mucho poder a gente que solo ve números,  se juegan con los horarios en sitios sin sentido para acomodarse a los espectadores de base europea, los mismos fans que dejan de lado al quitarle los circuitos donde se puede hacer mucho de esa reconexión, Austria les dio una buena lección en ese aspecto, hay mucho que se puede hacer en otros, pero estos necesitan ayuda y apoyo,  cuando se habla de atraer nuevo público, reconquistar viejos seguidores, un paso muy importante en devolver atractivo no está solo en los coches, pero en el suelo donde hacen su magia.

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