Hacia
mediados de 1996 existían movimientos políticos en las sombras, uno más de los
numerosos que aumentaban con el paso del tiempo, era inevitable que las
diversas maniobras políticas estuvieran presentes ante un deporte que crecía en
exposición y atraía numerosos intereses, los derechos de comercialización
cambiaban de mano, en este caso sería un movimiento que en principio parecía
lógico pero al poco tiempo comenzó a crear dolores de cabezas a muchos.
La fórmula
1 a pesar de ser un campeonato mundial , compitiendo en diversos países con
pilotos de diversas nacionalidades que conducían coches con representación de
firmas e inversores de muchos sitios, seguía siendo en esencia un deporte de
base europea, una mirada al calendario de aquel entonces y fácilmente se puede
hacer relación con circuitos clásicos, que estuvieron presentes en muchos casos
desde el principio de la fórmula 1 moderna, la popularidad de pilotos les llevo
a otros lugares donde rápidamente formaron raíz, todo parecía muy bien
balanceado, la fórmula 1 competía sobre las arenas con significancia en su
historia, además de integrar de tiempo en tiempo nuevos lugares sin tratar de
desvirtuar un calendario que emanaba la historia en la que se había forjado.
Para el
fanático y espectador casual hay cosas que simplemente están conectadas, los
coches a pesar de sus cambios en forma y nombre, seguían compitiendo sobre
muchos de los circuitos grabados en la memoria a pesar que algunos se han modernizado a las demandas de la
formula actual, de las 16 carreras que se disputaban el campeonato en aquel
entonces, 11 eran en suelo europeo, Alemania e Italia poseían dos cada uno,
Hockenheim y Nurburgring en suelo
alemán, con Monza y San Marino en el territorio italiano, tres circuitos de
estos poseían una fuerte vinculación con
la historia del deporte, a estos se les unía Francia, Estoril, Silverstone,
Spa, Hungria, España y Monaco, algunos ciertamente clásicos con otros que se
habían creado su lugar en el calendario, fuera del suelo Europeo se competía en
Argentina, Brasil, Australia, Canada y Japon, si se hace una comparativa con el
calendario a través del tiempo, se puede apreciar una buena consistencia y en
general los participantes no veían necesidad de grandes cambios, con la
excepción de los Estados Unidos, un mercado que había salido del calendario
varios años antes y que prácticamente desde que abandono Watkins Glen se vio
con problemas en encontrar un hogar digno, aun así era un lugar comercial muy
importante, eventualmente volvería al calendario no sin continuar con
problemas.
La
realidad de la situación mundial a fines de los 90s dictaba que habían mercados
emergentes que comenzaban a pretender un lugar y poseían el apoyo político de
aquellos con el poder de decisión además del dinero para crear nuevas
facilidades, se dio el paso a estos nuevos lugares con el atractivo de recaudar
más para los equipos y rápidamente se comenzaron a crear obras faraónicas que
parecían preocuparse poco por la arena donde se desarrollaba el espectáculo y
ponían su foco en otros sitios, lo que parecía ser una buena maniobra paso a
ser el calvario de otros, los circuitos clásicos envejecían sí, pero aun
poseían el tractivo, pero antes las demandas que seguían en aumento en
modificarse a los nuevos estándares, empezaron a verse en dificultad, el cambio
de directivas y quien controlaba las decisiones, les quito mucho de la base
desde donde conseguían sus ingresos, se les comenzó a estrangular lentamente
forzándoles a modificaciones con poco sentido, desfigurando sus líneas para
poder acomodar unas facilidades, que en la mayoría de los casos solo son usadas
de forma total una vez al año y requieren de un mantenimiento desproporcionado,
las demandas de seguridad eran bienvenidas pero se usaron de excusa para
presionarles y estos poco podían hacer ante los millonarios de Asia o del medio
Este.
Circuitos
como Imola, recibieron demandas que le forzaron a gastar para ponerse al día,
recibiendo su aprobación y luego dejada de lado, Francia se mostró inflexible
ante demandas de crear una enorme nueva obra faraónica y esto la dejo fuera del
calendario, las notorias peleas por Silverstone son otra evidencia, el
millonario Dietrich Mateschitz pudo rescatar Austria, pero es evidente que no
todos los circuitos reciben tales ayudas, lo que les deja siempre en desventaja
ante un organismo político que parece tener muy poca lealtad a una parte vital
del ADN de la fórmula 1, las carreras según ellos se pueden realizar en
cualquier sitio, cuando sería mejor decir que se hacen donde ponen más dinero
en la mesa.
Los
equipos reconocieron varios de estos errores, pero poco pueden hacer más que
comentarlo, pero hoy en día cuando se habla de recapturar fans, de brindarles
un nuevo atractivo que les traiga de nuevo, se podría hacer mucho bien, haciéndolo
con sentido, nadie pide que se vuelva a épocas pasadas ni que se corra solo en
los circuitos clásicos, pero si que se obtenga un balance que no deje a las
históricas arenas donde se hizo historia de lado, bienvenida sean los nuevos
países y sus circuitos, pero que no sea a coste de borrar la historia, no se
debe amenazar con que la fórmula 1 no necesita carreras en suelo europeo o
seguir amenazando a Monza, es evidente que no todos pueden tener un lugar en el
calendario porque la fórmula 1 utilizo numerosos circuitos en su historia y
esto se acepta, el dinero manda y se le dio mucho poder a gente que solo ve
números, se juegan con los horarios en
sitios sin sentido para acomodarse a los espectadores de base europea, los
mismos fans que dejan de lado al quitarle los circuitos donde se puede hacer
mucho de esa reconexión, Austria les dio una buena lección en ese aspecto, hay
mucho que se puede hacer en otros, pero estos necesitan ayuda y apoyo, cuando se habla de atraer nuevo público,
reconquistar viejos seguidores, un paso muy importante en devolver atractivo no
está solo en los coches, pero en el suelo donde hacen su magia.
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