La
tarea de los encargados de crear el esquema de colores de los equipos hoy en
día es muy complicada, hasta fines de los 60s los equipos usaban los colores
nacionales, con el ingreso de la publicidad se debió hacer ciertas concesiones,
con el paso del tiempo las formas de los coches fueron limitando espacios, pero
los esquemas en ocasiones fueron memorables, en tiempos recientes los equipos
dependen de un contado grupo de respaldos y esto genero una cierta monotonía en
los esquemas, los auspiciantes tienen un mayor poder de decisión y así llevamos
varias temporadas en que se sabe prácticamente los colores de todos, aunque
siempre hay algún cambio.
Durante
las pruebas de Jerez, Red Bull fue uno de los equipos que opto por un concepto
distinto en su presentación, con obvias razones tácticas y de propaganda, no
existe la mala publicidad, es una frase muy conocida y el concepto de Red Bull
era un claro ejemplo, a pesar que prácticamente solo el logo de Infiniti era el
único que se podía distinguir con facilidad, esto genero curiosidad y poco a
poco se fueron descubriendo los demás logos, prácticamente en los lugares
habituales, pero la idea genero mucha curiosidad y ese es un efecto deseado,
además de ayudar con su camuflaje a esconder algunos de sus secretos de diseño,
la curiosidad es un arma muy poderosa en el armamento de los auspiciantes, la
misma crea movimiento, genera búsquedas y mantienen al concepto más presente
que si fuera el esquema normal, la reacción inmediata fue positiva desde el
punto de vista de atención.
Generalmente
hablando, es difícil que los equipos puedan generar un concepto que sea
imborrable o permanezca en el tiempo, si se pueden hacer trabajos muy hábiles, pero en un medio donde
por mucho tiempo había una constante pelea por espacio sobre los bólidos,
muchas veces se hacían trabajos de compensación para hacerlos agradables a la
vista, dando máxima exposición en la prensa, a veces el concepto de colores no
va de la mano con el diseño del coche como los morros en 2014 dejaron
evidencia.
El
camuflar su coche debajo de un aspecto de cebra, que dificultaba ver sus
líneas, no es algo nuevo como concepto a la hora de tratar de mantener los
rivales al margen, para Red Bull fue una decisión muy inteligente, cuando los
coches se presentaban en pista por primera vez en este 2015, la mayoría de los
colores en otros equipos eran bastante predecibles, pero el impacto de los colores puede ser
sumamente importante en varios niveles, el anuncio de Williams con Martini en
2014 es un claro ejemplo de cómo se puede generar expectativa, inmediatamente
conectando con épocas pasadas, el poder evocativo de los colores es un factor
que los equipos y sus auspiciantes analizan en detalle.
Para el
público en general, los seguidores de f1 en este caso, es más fácil asociar
colores que formas o diseño, es mucho más sencillo ver el impacto de los Lotus
JPS, los rojo y blanco McLarens, que alguna forma definida de esos modelos, los
colores quedan impregnados en la mente y luego viene el diseño técnico en ese
impacto visual que quedan en la mente, son eslabones que conectan a los fans
con el equipo que siguen, les remontan a épocas pasadas y dan una conexión
emocional, en la formula actual se trabaja de forma mucho más corporativa y
esto tienen un impacto en cómo se generan esos esquemas de colores, aunque
parezca contra producente, la mentalidad parece ser mas de profesionalismo que
de generar entusiasmo, varios de los equipos están respaldados por marcas muy
específicas que solo quieren reforzar su imagen, con poco interés de desviarse de esa imagen
fija.
Red
Bull dio una muy buena impresión en Jerez con su esquema, genero todo lo que
buscaba desde su concepto de colores, además de que ese camuflaje servía otras
funciones, los equipos deberían de tomar nota de esta alegre exposición de Red Bull, en un periodo
donde se habla de revoluciones, dar 1000 bhp y recapturar el entusiasmo, Red
Bull debería de ser aplaudido por dar un primer paso en generar curiosidad,
entusiasmo, por las razones que sea, habría que poner un poco más de énfasis en
hacer este tipo de aventuras más común, quitarle un poco de ser tan
corporativo, porque en esencia el deporte es entretenimiento y aunque sea de la
forma radical que se hizo en Jerez, es una forma de sacarnos de la monotonía en
que los colores parecen haberse situado en estos últimos tiempos.
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