Tan
pronto como los coches comenzaron a hacerse populares con el convencimiento de
posibilidades de progreso sin límites, comenzó la necesidad de ponerse a prueba
entre pilotos, maquinas, marcas y nacionalidades que fabricaban las fenomenales
invenciones, el 11 de Junio de 1895 se organizaba un evento desde Versalles, el
mismo era alcanzar a Bourdeaux y volver a Versalles, cubriendo una distancia de
1178 kms, en caminos que difícilmente eran aptos para una competencia de esta
magnitud, con maquinaria que si bien era muy posible que cubriera la distancia,
encontraría serias dificultades, el medio en el que debían desarrollar tal proeza
era hostil para los aun frágiles coches, polvo, piedras eran tan solo algunas
de esas dificultades, los coches mecánicamente eran capaces de realizar ese
viaje, pero llevarlos a un ritmo acelerado ya era demasiado pedir, pretender
que hicieran una carrera, era para muchos, una receta para el desastre.
Los
políticos en aquel entonces en muchos casos eran gente de dinero, poseedores de
fábricas, gente de un nivel social alto y esto les ponía en directo contacto,
directo o indirecto, con aquellos que estaban impulsando estas nuevas formas de
progreso, la competencia era una forma natural de realizar las cosas, pero
también tenían un punto político, el tiempo en que estas máquinas cubrirían esa
distancia, harían el trabajo de convencer a todos de que este era el camino a
seguir, Emile Levassor a bordo de un Panhard de 4 bhp, a una velocidad apenas
por encima de los 23 Kph, completo el evento sin ayuda en 48 horas y 47
minutos, todo un triunfo en lo deportivo pero también marcando un gran punto en
lo político, el coche marcaría el camino del futuro, conectando regiones,
ciudades y villas en tiempos solo soñados.
Evidentemente
que los primeros tiempos de los coches, eran dirigidos a los apoderados, pero
rápidamente se demostró de la utilidad del nuevo medio de transporte, el
argumento estaba firmemente centrado en el transporte de pasajeros y mercancía,
pero evidentemente rápidamente comenzó a aparecer una competencia por quien lo
podía hacer más rápido, en menor tiempo, haciendo que todo comenzara a
progresar rápidamente, el deporte era una de las formas más simples e ideales
de impulsar este medio, los organizadores ideaban grandes recorridos, en 1898,
un evento conectaban Paris con Amsterdam y pronto, al comienzo del nuevo siglo
aparecería la Gordon Bennet.
Este
nuevo tipo de eventos tenia repercusiones en numerosos niveles, cada nación
seleccionaba un equipo de coches que les representaría, cada una estaría
identificada por colores y en sus primeras versiones, el rojo representaba a
Estados Unidos, Italia aún no se había unido al listad, en 1901 se hacían las
primeras descripciones de lo que la gente reconocía como máquinas de velocidad,
especialmente adaptadas dentro de la limitación de la época, anteriormente los
coches eran considerados, simplemente coches, los grandes eventos seguían
apareciendo como el medio ideal de promocionar cada marca, cada país,
Paris-Berlin, Paris-Viena, los coches avanzaban a gran velocidad, 80bhp,
capaces de conseguir superar los 120 kph, los caminos seguían siendo los
mismos, pero el aumento de las velocidades y potencias introducían riesgos y
los pilotos comenzaban a ser considerados grandes héroes, las hazañas también
introducían algunas tragedias, los accidentes parecían comenzar a aumentar,
pero los triunfos eran rápidamente explotados por los poderes políticos.
En 1903
se organizaría un evento de enormes proporciones, Paris-Madrid, más de 200
coches se hicieron presentes, más de cincuenta motocicletas aparecieron en
Versalles para la largada a las 3 y media de la mañana, cada uno partiendo con
un intervalo de tiempo, la largada se retrasaría por considerarse que aún
estaba demasiado oscuro, pero el retraso seria de tan solo 15 minutos, la
carrera descansaría en Bourdeaux, desde donde largarían al otro día con rumbo a
Madrid, tan pronto como comenzó la carrera comenzarían los problemas, a la
salida de Paris una mujer fue atropellada, poco después un hombre y un
niño, otro coche arriba entre una nube
de polvo y termina atropellando a varios del público, los accidentes seguían
acumulándose, los pilotos arribaban a curvas entre paredes de polvo, algunos
terminando contra los árboles, casas o simplemente volcando, las cifras nunca
fueron específicas, pero de los 216 coches que dejaron Paris, un número mayor de la mitad había sido eliminado en
accidentes, al llegar a Bourdeaux, los comentarios eran de los accidentes y
muertos, lo que forzó a dar por finalizada la carrera.
La
gente fue muy crítica de la situación creada, los políticos fueron señalados,
pero los mismos parecían tener un plan de respaldo, las carreras de pueblo a pueblo, de ciudad a
ciudad, eran peligrosas, siendo imposible controlarlas, se debían de buscar
formas para cerrar esos caminos por la duración de los eventos para asegurar al
público y los pilotos, las carreras eran necesarias para mejorar las máquinas y
de esa necesidad salió el comenzar a crear circuitos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario