lunes, 20 de julio de 2015

Déjà vu



Hacia fines de 2001, llegaban a su culminación numerosas reuniones que ocuparon gran parte del verano, lo único que se podía asegurar con certeza en aquel entonces era que la presión iba en aumento sobre FOM y la FIA, para extender el calendario de 17 carreras entonces a por encima de 20 carreras por temporada, posiblemente llegando a 22.

En típica forma, las pocas explicaciones eran también poco claras o justificadas, supuestamente existían 20 países con un interés importante por conseguir un lugar en el calendario, algunos periodistas hicieron sus investigaciones y casi la mitad de esos números no eran reales o estaban prontos para estampar su firma en un contrato ni de comprometerse y en general las declaraciones se veían como una forma de presionar a aquellos que pagaban poco, ha mediado de los 90s ya habían comenzado varias maniobras por llevar el campeonato a nuevos sitios, mercados emergentes, de alguna forma parecía que el extender el campeonato era la única solución, a mantener lo que se consideraba su corazón, los circuitos clásicos que eran su soporte mayoritario en cuanto a fans, movimiento y seguían siendo los nombres que vendían, los coches siempre fueron importantes, pero también los circuitos, forman parte del conjunto, el dinero podía hacerse con llevar los coches a nuevos lugares, pero cada uno debía crearse su propio circuito con la ilusión de que se integrara a la lista legendaria.

De los supuestos 20 países, los que realmente poseían un legítimo interés eran, Bahrain, Dubái, India, Rumania, Beirut, Egipto, Turquía y Rusia, los Estados Unidos seguían presionando por conseguir un segundo gran premio en la costa oeste, pero esto no era nada nuevo y de alguna forma era para muchos, algo que llegaría y en realidad se veía como un beneficio más que una incógnita, Turquía, Rusia y Bahrain parecían ser en aquel entonces apuestas bastantes sólidas, Turquía se veía como una introducción a la zona del este medio y posiblemente el paso anterior a llegar a Bahrain, donde no se dudaba del dinero disponible, pero de algunas preocupaciones con llevar la f1 a una región que tenía muchas contradicciones, Rusia venía siendo desde los 80s una meta para la f1, pero políticamente era una decisión complicada.

Todo esto estaba siendo considerado con vistas a una propuesta para 2006, donde el calendario podía tener 22 grandes premios, la idea sería que no existirían grandes espacios y se introducirían las nuevas carreras, de forma que se pudieran realizar en fines de semana seguidos, sin la necesidad de extender el calendario en los meses considerados, una propuesta también pondría sobre la mesa el eliminar las pruebas de pre temporada, haciendo una especie de mini campeonato en Asia e incluso el medio este, donde los equipos tendrían mucha libertad y se podrían dar puntos que contarían al campeonato mundial.

Por supuesto que todo era embellecido por historias de cómo estos nuevos sitios ofrecerían facilidades jamás vistas, circuitos únicos en su propia interpretación que balancearían la rica historia del deporte, pero cuando se siguieron presentando potenciales planes y diseños, todo comenzó a desvanecerse, no hacía mucho que Hockenheim había presentado su nueva cara, las criticas eran sumamente dura desde dentro y fuera del deporte, prácticamente destruyendo el reto que ofrecía para hacerlo algo que no reflejaba ni de cerca su historia, ni respetaba algunos de los acontecimientos que ocurrieron en su trazado, mucho se trataba de justificar  en cómo se había sacrificado el trazado por dar mejores facilidades a los espectadores en un momento en que los motores y pilotos alemanes creaban una gran demanda.

La gran mayoría de los pilotos o personal de los equipos estaban en desacuerdo con lo realizado, los pocos que parecían defender las obras o cambios, lo hacían a entre dientes y eran muy poco convincentes, para los pilotos era bastante ilógico todo, “antes de cambiar circuitos como Hockenheim, deberían haber mirado a circuitos como Hungría, ese es un circuito donde el adelantar es casi imposible, Hockenheim era uno de los circuitos clásicos que menos problemas presentaba, no era donde habían problemas de adelantamiento y era único en varios aspectos”

El tiempo pasa, pero las cosas no cambian, se repiten , se reciclan viejas ideas y en muchos casos no se tiene en cuenta las opiniones que deberían tener más peso, como en todo, mientras habían contratos de por medio y algo de respeto, se podía criticar en voz alta, pero poco a poco se fueron comprando esas críticas, por más que ahora mostremos que ya estuvimos en estas cosas, las decisiones fueron erróneas o se mostró que no todo debería seguir el camino seguido, nuevamente tropezamos con la misma piedra, no precisaban formar más grupos ni de estrategia, ni de estudios, solo precisaban leer lo que había pasado poco más de una década atrás, cuando también desde antes de eso se venía contemplando el asfixiar a los equipos chicos para poner tres coches por equipo.

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