viernes, 29 de mayo de 2015

El resultado de los accidentes



A principio de los años 80, existían numerosos encuentros entre los equipos y la FIA tratando de encontrar una forma de controlar las velocidades que iban en aumento, desde la introducción de los alerones en 1968, las velocidades en curva habían incrementado de forma notable, las medidas de seguridad entonces miraban a los circuitos por respuestas y los coches no parecían recibir mucha atención, con los efectos suelos las velocidades seguían aumentando pero existía una cierta noción de que las medidas de seguridad que se venían adoptando durante los 70s, eran suficientes, hacían su trabajo, en general no se creía necesario el seguir analizando las posibilidades o controlar algo que en términos generales debía de ser arriesgado.

Los 80s introducían nuevas tecnologías que rápidamente daban más velocidad a los coches, Colin Chapman entre otros, discutían con la FIA como poner un control sobre las velocidades en curva, aunque ambos lados de la discusión tenían de cierta forma la misma idea, el encontrar un acuerdo probaría ser muy difícil, varios de los directores de equipo entre los que se encontraba Chapman, creían que se debía reducir el tamaño de los neumáticos, si se reducía el área de contacto se podía poner un control sobre las velocidades, del otro lado se encontraba la FIA y varios asesores como Paul Frere, quienes pensaban que ese no era el camino más adecuado, era una medida pero no la solución.

Varios estudios se pusieron en marcha para tratar de comprender que hacer, pero nuevamente los argumentos eran eternos, los desacuerdos triunfaban, con lo que todo seguía igual, hasta que se comenzaba otra discusión siempre con el mismo resultado, no había acuerdos y ambos lados parecían tener razón, las temporadas seguían avanzando y hasta parecía existir una convicción de que si no habían más accidentes fatales, era que el deporte no debía de jugar con cambios en ese momento, los riesgos serian imposible de erradicar, la mentalidad no tan publica de que el deporte era de riesgo triunfaba, ya no era aceptado abiertamente, pero seguía la idea de la aceptación de que las cosas eran como eran.

Generalmente hablando, la temporada de 1994 es recordada por la tragedia de Imola y varios incidentes serios durante la misma, en aquel entonces , Max Mosley como presidente de la FIA debió enfrentarse a la situación, la tragedia era la oportunidad de proponer cambios, controlar la situación sin recibir demasiada resistencia, el deporte atravesaba un momento duro, sumamente delicado y habían muchos que pedían explicaciones, el impacto de lo sucedido en Imola seguía muy presente cuando en Mónaco, Karl Wendlinger tiene un accidente que casi le cuesta la vida, dejándolo en coma, pero poniendo a toda la familia de la f1 en un estado de preocupación, las voces comenzaron a hacerse sentir desde todos los sitios, se precisaban respuestas, se necesitaban soluciones.

Con la fórmula 1 perdiendo a su líder más carismático, el piloto estrella un día después que otro  piloto perdía su vida y el joven Rubens Barrichello había estado muy cerca de sumarse a las fatalidades, el accidente de Wendlinger volvió a traer la preocupación al rostro del deporte, los auspiciantes comenzaban a poner presión, no dispuestos a tolerar el estar asociados con este tipo de situaciones, algunos fabricantes también comenzaban a hacerse preguntas, Max Mosley debería dar un paso al frente, pública y privadamente, debió de hablar con todos los involucrados desde todos los puntos, ejerció control ante la situación para calmar los ánimos, también sabía que era el momento justo de poner en práctica numerosas ideas que en los últimos tiempos nunca habían encontrado acuerdo, este era el momento ideal para que todos pusieran más de sí en encontrar una solución.

La respuesta a los accidentes y las fatalidades no serían tan solo los numerosos cambios y medidas que se tomaron durante la temporada, Mosley empujo por mas, la reducción de velocidad en el pit lane, el control del suelo de los coches, ayudaba a de momento ganar tiempo en controlar todo de una forma más efectiva pero temporal, Mosley formo un comité de seguridad nombrando al profesor Syd Watkins como director de la misma, en las discusiones previas entre Mosley y Watkins, el presidente de la FIA había hablado de mirar a los accidentes y la seguridad de las carreras desde un punto de vista más científico, para poder así comprender mejor las situaciones y encontrar soluciones acordes a lo que ocurría, algunos de los integrantes de la comisión seguían intentando mirarlo desde un punto de vista más mecánico o de ingeniería, Watkins se encargaría de mostrarles que no era tan simple, otros aspectos en que los equipos podían contribuir serian de fundamental peso en la investigación.

Varios estudios comenzaron a  acumular data sobre accidentes, en competencias de todo tipo pero también de carretera, los estudios mostraron que en general poco se había realizado desde 1974 y la gran mayoría de las medidas estaban fuera de sincronización con la tecnología empleada, los coches eran más rápidos en curva pero también la construcción de los mismos no tenía muy en cuenta algunos aspectos en caso de accidentes, el trabajo de la comisión se enfocó en poner a las medidas de seguridad al día, consultar a los constructores en cómo se podían realizar algunos aspectos y también desde un punto de vista médico, como proteger mejor a los frágiles cuerpos de los pilotos en caso de impactos, la gran mayoría de los resultados fueron aceptados sin oposición, la comisión siguió trabajando de forma constante para asegurarse que todos los involucrados formaran parte de los cambios, aportaran ideas y contribuyeran de forma directa.

Muchos de aquellos que formaron parte de las discusiones, admitirían que habían fallado en como enfocaban sus ideas, mirando a todo de forma individual en vez de mirarlo como algo compacto, las nuevas medidas que emergían de la comisión tenían lógica, daban un paso adelante aunque habían quienes pensaban que por momentos eran exageradas, otros estudios les convencieron, el deporte ya no toleraba ni podía darse el lujo de tolerar ciertas cosas y eso se veía reflejado en como reaccionaba la sociedad, los fanáticos, los auspiciantes y hasta algunos dirigentes políticos, la temporada de 1994 será siempre recordada por las tragedias, las perdidas, pero también como la que dio un paso adelante y se enfrentó a las dificultades, se unió para trabajar en ellas y salió más reforzada por el bien común de todos.

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