martes, 17 de marzo de 2015

Disparándose en el pie



El mundo de la fórmula 1 es uno que opera  al borde de constantes problemas, en lo tecnológico, donde generalmente se encuentran  soluciones muy creativas, pero también camina por una fina línea financiera y política.

Ferrari es continuamente nombrado como el ejemplo más claro en cuanto a la política, prácticamente desde su fundación, Enzo lanzo amenazas de abandonar el deporte para conseguir sus objetivos, pero no era ni es el único y en la actualidad no es tan diferente, aunque no siempre salen los nombres a la luz o quedan escondidos con otras maniobras.

Red Bull fue uno de los primeros que comenzó a hablar de los posibles problemas cuando se proponían estas nuevas regulaciones, la fórmula 1 claramente sigue ciclos y luego del dominio de Red Bull, ahora es el turno de Mercedes, algo que a veces las regulaciones y política de las decisiones pierden de vista, estos ciclos pueden llegar a afectar de forma muy adversa el poder de comerciar de la f1, limita su poder de influencia en atraer nuevos inversores, condicionando sus atractivos, en tiempos recientes, la f1 se ha convertido un experto en dispararse una y otra vez en su propio pie.

Con continuas restricciones en las regulaciones que en general carecen de sentido, limitan la creatividad y siguen impulsando gastos, varios equipos llevan tiempo proponiendo un cambio general para dar un giro al deporte, se propusieron cambios para 2017, aumentar potencia, el ancho de los coches, neumáticos, pero nuevamente la falta de acuerdos o la política, prácticamente paralizo todo, Red Bull es el último de los equipos que comienza a contemplar sus opciones de futuro en la f1, a pesar que el equipo aún es muy capaz de conseguir atraer inversores  y sigue siendo muy popular, pero en varios aspectos el equipo, al igual que otros, están poco conformes en como la imagen de la f1 se está manejando y encuentran dificultad en justificar los gastos que demanda para posibles nuevas inversiones que no siempre es directamente con los equipos.

Los ciclos de equipos no es siempre algo malo y no es culpa de los equipos solamente, cada uno trabaja para conseguir sus objetivos y es en sus rivales donde está gran parte de la responsabilidad en limitar esos ciclos o hacerlo todo más competitivo, pero como suele suceder, todo es muy complicado y los equipos también contribuyen en la complicación o falta de respuestas, forzando a que las decisiones lleguen por medio de restricciones o parches que luego crean otros problemas, Red Bull está comprometido hasta el 2020 con la f1, pero es evidente que la situación económica que quedo evidente en la grilla en Melbourne, preparando otra temporada de argumentos con poca solución.

Que Red Bull levante la voz en cuanto a su futuro no es algo nuevo, de alguna forma es poner presión sobre un problema que se llama Renault, el fabricante francés dice ya tener un plan de soluciones y la contratación de Illien es una noticia positiva, pero Renault también está contemplando adquirir  una presencia  mayor y se rumorea que Toro Rosso sería la escudería que adquiriría para lograr aumentar su presencia, si decide seguir adelante en sus planes, el problema hoy en día se refleja en una segunda temporada donde ya muchos anticipaban que no acortarían gran distancia con Mercedes y en realidad la misma aumento de momento, con restricciones en aumento en cuanto a las PU, los equipos usaron ya una considerable parte de sus tokens sin mucho resultado y esto podría poner una enorme barrera en la recuperación o nivel de competencia por un tiempo considerable y esto es algo que en algunos aspectos la f1 como deporte no se puede permitir, sino quiere seguir perdiendo peso en su poder de comercialización, el penalizar a quien hizo sus deberes no es solución tampoco, las soluciones son posibles siempre y cuando todos pongan de su parte, pero en ese apartado la f1 sigue tropezando consigo misma.

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